La Agencia Internacional de la Energía (AIE) quiere que en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, conocida como COP28, los países acuerden duplicar la eficiencia energética en el mundo y una reducción del uso de los combustibles fósiles, con un compromiso al respecto.
Así lo ha indicado este lunes el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, al término de la cumbre que sobre clima y energía se ha celebrado en Madrid, organizada por ese organismo y el Gobierno español con motivo de la Presidencia de España de la Unión Europea (UE) durante el segundo semestre del año.
Birol, que ha comparecido junto a la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que la AIE también quiere que se fije el objetivo de triplicar las renovables; así como garantizar a los países en desarrollo y emergentes apoyo financiero para que ellos también puedan llevar a cabo a una transición a la energía limpia.
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Para Birol, sigue existiendo un gran incentivo a que se usen los combustibles fósiles, unos incentivos que los hacen más baratos y que provocan que se utilicen más, por lo que para la AIE la supresión de ayudas al combustible fósil es una «prioridad».
En cuanto al mecanismo de ajuste en frontera a los productos que vienen de países con normativas medioambientales laxas en materia de emisiones o que carecen de ellas, Birol ha manifestado que es importante enviar señales claras sobre los precios.
Ha añadido que el mecanismo de ajuste de las emisiones de carbono en frontera es muy importante, pero hay que utilizarlo con sensatez para que no haya distorsiones en el mercado.
Conseguir que todos los países accedan a la financiación
La ministra ha insistido en la importancia que tiene el que todos los países tengan acceso a la financiación necesaria para transformar sus sistemas energéticos hacia las energía limpias.
Ha indicado que en la reunión de Madrid, en la que han participado ministros de Energía y Clima de 40 países, ha salido a relucir que el despliegue de renovables y la transformación del sistema energético no puede ser un elemento que ahonde la división entre países desarrollados y el resto.
Ribera ha manifestado que para eso se requiere un reenfoque financiero y que la consideración del riesgo financiero sea distinto en función de las regiones.
Ha señalado que hay países en que se siente frustración porque la inversión inicial que tienen que hacer dificulta el despliegue de energías limpias, pues no cuentan con redes modernas, infraestructuras para la evacuación de la energía y se enfrentan a un coste financiero más elevado.
Para Ribera, hay que eliminar las barreras porque la inversión en energías limpias no está teniendo lugar precisamente en los países donde más está creciendo la demanda energética.
En cuanto a las ayudas a los combustibles fósiles, ha señalado que habrá que ver qué tipo de ayudas van a seguir existiendo en muchos países y cómo se puede garantizar que esos regímenes de ayuda sólo se conceden por razones sociales.
Ha explicado que este tema se ha abordado en muchas reuniones y es cierto que la reaparición de ayudas a los combustibles fósiles debido a la invasión rusa de Ucrania es una de las más candentes ahora mismo.
También se ha referido al Consejo de Energía que la UE celebrará este mes en Luxemburgo y ha dicho que quiere que en esa reunión se llegue a un acuerdo sobre la reforma eléctrica, actualmente bloqueada por los desacuerdos entre Francia y Alemania por los contratos por diferencias.
Ribera considera que la UE no tiene que estar dividida y ha dicho que está convencida de que sea cual sea la medida que se adopte será de consenso, pues no se quiere socavar la posición de «tal o cual estado miembro», y ha añadido que si no hay ese consenso, se procederá igual que se hizo con el mecanismos de capacidad para el almacenamiento.
EFE