El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reafirmó este viernes su respaldo a la explotación petrolera como herramienta para “enriquecer al pueblo brasileño”, al tiempo que anunció una ambiciosa inversión de Petrobras en proyectos de energía renovable. El pronunciamiento tuvo lugar durante un acto en una refinería de la estatal en Río de Janeiro.
“Estoy a favor de eliminar los combustibles fósiles, pero no vamos a renunciar al petróleo para que otros lo exploten. Es con este petróleo que enriqueceremos a nuestro pueblo”, declaró Lula, en un mensaje que equilibra la transición energética con la defensa de los intereses económicos nacionales.
Aunque no lo mencionó directamente, el mandatario aludía al controvertido proyecto de exploración petrolera en aguas profundas cercanas a la desembocadura del río Amazonas, una zona de alta sensibilidad ambiental que ha generado críticas de organizaciones ecologistas.
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Petrobras invertirá más de 6.100 millones de dólares en energía limpia
Durante el evento, Petrobras anunció una inversión de 33.000 millones de reales (unos 6.111 millones de dólares) en proyectos destinados a impulsar la producción de combustibles renovables y mejorar la eficiencia energética en sus instalaciones. Se estima que estas iniciativas generarán más de 38.000 empleos directos e indirectos.
El núcleo de la inversión —unos 26.000 millones de reales— se concentrará en la integración del Complejo de Energías Boaventura, en Itaboraí, con la refinería Reduc, en Duque de Caxias. La nueva infraestructura permitirá aumentar la producción diaria de diésel S-10 en 76.000 barriles, queroseno de aviación en 20.000 barriles y lubricantes en 12.000 barriles.
Además, se construirá una planta para fabricar diésel renovable y bioqueroseno de aviación, con una capacidad de 19.000 barriles diarios, y se incorporarán dos termoeléctricas a gas.
Economía circular y expansión petroquímica
Petrobras también evalúa un proyecto de rerrefino de lubricantes en Reduc, con capacidad para procesar 30.000 metros cúbicos mensuales de aceite usado. En paralelo, Braskem —filial petroquímica de la estatal— invertirá 4.000 millones de reales en la expansión de su planta de polietileno, lo que aumentará su capacidad en 230.000 toneladas anuales.
El mensaje de Lula y la estrategia de Petrobras reflejan una visión pragmática: avanzar hacia la transición energética sin renunciar a los recursos fósiles que aún representan una fuente clave de ingresos y desarrollo para Brasil.