Los negociadores de la Casa Blanca y los republicanos lograron algunos avances en las conversaciones nocturnas sobre el aumento del techo de deuda del Gobierno, de 31,4 billones de dólares, dijo el jueves a la prensa el principal republicano del Congreso, Kevin McCarthy.
El Departamento del Tesoro ha advertido de que el Gobierno podría quedarse sin fondos para cubrir todos sus gastos tan pronto como el 1 de junio, lo que sin un acuerdo podría desencadenar un impago económicamente catastrófico.
El mandatario estadounidense, el demócrata Joe Biden, y el presidente de la Cámara de Representantes, McCarthy, están en desacuerdo sobre el gasto, los impuestos y los requisitos laborales para los programas de lucha contra la pobreza.
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Sin embargo, ambas partes creen que pueden encontrar un terreno común tras las largas horas de debate que mantuvieron el miércoles sus equipos negociadores y que calificaron de productivas.
«Trabajamos hasta pasada la medianoche», dijo McCarthy a los periodistas. «Creo que hicimos algunos progresos. Todavía hay algunas cuestiones pendientes y he ordenado a nuestros equipos que trabajen 24 horas al día, siete días a la semana, para tratar de resolver este problema».
El congresista Kevin Hern, que lidera el poderoso Comité de Estudios Republicanos, dijo a Reuters que es probable que haya un acuerdo «el viernes por la tarde».
Mientras los republicanos pregonan los avances, McCarthy se prepara para dejar posiblemente que los legisladores salgan de Washington el jueves para un receso vacacional de una semana, con la condición de que tienen que estar listos para volver para una votación. El Senado está actualmente fuera, pero tiene órdenes similares de estar listo para regresar.
El tiempo apremia. El Departamento del Tesoro afirma que Washington podría quedarse sin dinero para pagar sus facturas tan pronto como el 1 de junio, dentro de siete días, si no se eleva el techo de deuda. Un impago podría hacer tambalearse los mercados financieros mundiales y empujar a Estados Unidos a la recesión.
No obstante, las previsiones del Tesoro no son infalibles y algunos analistas del sector privado consideran que el gobierno podría pasar otra semana sin incumplir sus obligaciones, lo que llevó a algunos miembros de la línea dura del grupo de McCarthy a restar importancia a la fecha límite del 1 de junio.
A la pregunta de si el Tesoro podría hacer frente a sus obligaciones de deuda tras el 1 de junio sin un aumento del techo de deuda, McCarthy respondió: «Siempre entra dinero. Pero eso se lo dejo a la secretaria del Tesoro. Tomo el 1 de junio como fecha límite, siempre lo he hecho».
La agencia de calificación crediticia DBRS Morningstar puso el jueves a Estados Unidos en revisión para una posible rebaja, haciéndose eco de advertencias similares de Fitch, Moody’s y Scope Ratings. Otra agencia, S&P Global, rebajó la calificación de la deuda estadounidense tras una situación similar en 2011.
El enfrentamiento, que ha durado meses, ha asustado a Wall Street, lastrando las acciones y encareciendo el coste del endeudamiento del país. El rendimiento de los bonos del Tesoro con vencimiento a principios de junio subía en el día, en una señal del malestar de los inversores.
Tres días
El Congreso necesitará varios días para aprobar cualquier acuerdo entre la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y el Senado, con mayoría demócrata. Los legisladores necesitan regularmente elevar el límite de deuda autoimpuesto para cubrir el costo del gasto y los recortes fiscales que ya han aprobado.
Los congresistas dispondrán de tres días para leer cualquier proyecto de ley sobre el techo de deuda antes de tener que votarlo. En el Senado, el republicano Mike Lee dijo que bloquearía una votación rápida si no le gustaba el acuerdo, lo que podría retrasar la acción durante días y podría empujar la aprobación final mucho más allá del 1 de junio.
McCarthy ha insistido en que cualquier acuerdo debe recortar el gasto discrecional el próximo año y limitar el crecimiento futuro del gasto para frenar el crecimiento de la deuda, que ahora equivale a la producción anual de la economía.
Biden ha ofrecido congelar el gasto en los niveles actuales el año que viene y ha propuesto varias subidas de impuestos para ayudar a frenar la deuda.
Reuters