El organismo estatal encargado de asesorar al Gobierno irlandés en materia de ciberseguridad recomendó el viernes al personal de los ministerios y organismos públicos que no utilicen la aplicación de video de propiedad china TikTok en sus dispositivos oficiales.
Varios países occidentales, entre ellos Reino Unido, Estados Unidos y otros miembros de la Unión Europea, han prohibido el uso de TikTok por motivos de seguridad. Las dos mayores instituciones políticas de la UE también prohibieron la aplicación el mes pasado, indica una nota de Reuters.
TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, está sometida al escrutinio de Gobiernos y organismos reguladores por temor a que el Gobierno chino utilice su aplicación para recopilar datos de los usuarios o promover sus intereses.
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El director del Centro Nacional de Ciberseguridad de Irlanda dijo que TikTok está en el «extremo más alto, si no el más alto, en términos de la cantidad de datos de usuarios que recoge» y que esto creaba un riesgo, dada la naturaleza de la ley china de recopilación de inteligencia.
«La cuestión no es lo que sabemos que está ocurriendo. La cuestión aquí es más bien lo que no podemos descartar que esté ocurriendo», dijo el director del NCSC, Richard Browne, a la emisora nacional RTE.
«Una vez que el riesgo existe en este tipo de contexto, entonces nos pone en una situación en la que el argumento lógico es que tomemos un enfoque sensato en función del riesgo y nos aseguremos de que los datos del Gobierno no puedan verse comprometidos de esta manera».
El NCSC afirma que no hay razón para que los políticos no puedan utilizar la aplicación en sus dispositivos privados y que podría usarse en dispositivos oficiales en casos excepcionales en los que exista una necesidad empresarial, como por ejemplo en una oficina de prensa.
TikTok lleva a cabo parte de su operativa europea desde Dublín, incluyendo la privacidad y la protección de datos. El mes pasado anunció que abriría un segundo centro de datos en Irlanda y reduciría la transferencia de datos fuera de la UE.
Reuters