Rusia estudia creación de ruta marítima comercial común para Latinoamérica

América Latina
Foto: virtualeduca.org

Rusia estudia la posibilidad de crear una ruta marítima comercial común para todos los países de América Latina con el fin de reducir los costes de transporte, declaró este jueves Borís Titov, comisionado para la protección de los derechos de los empresarios y presidente del Consejo Empresarial Rusia-Cuba.

«La idea radica en la creación de un sistema único de transporte que acumule mercancías procedentes de América Latina para Rusia, y de Rusia para algún puerto de América Latina, para que la parte más larga del trayecto sea común para todos y, por tanto, más barata«, afirmó en un panel del Foro Económico de San Petersburgo.

Posteriormente, las mercancías concentradas en dichos centros logísticos serían distribuidas por compañías de transporte locales, señaló en la conferencia, dedicada a las relaciones entre Rusia y América Latina.

También puede leer:

Eurozona registra un déficit comercial de 11.700 millones de euros en abril 2023

En ella participaron también el ministro de Turismo de Cuba, Juan Carlos García Granda, el asesor presidencial para la Cooperación Internacional de Nicaragua, Laureano Ortega Murillo, y la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, entre otros.

«En primer lugar está el cálculo económico, es imposible suministrar con pérdidas a largo plazo», argumentó Titov, al explicar que debido a los cambios ocurridos en la cadena logística tras el comienzo de la guerra en Ucrania aumentaron significativamente los costos.

Si antes el traslado de mercancías de Rusia a América Latina «costaba alrededor de 6.000 dólares, ahora cuesta al menos 20.000», aseveró, al señalar que «naturalmente esto socava la economía del intercambio comercial mutuo».

«No estamos cerca uno del otro. Por eso debemos comprender que el precio de nuestras mercancías siempre incluye un alto componente logístico, de transporte. Podemos suministrar muchos productos si la logística se mantiene en límites racionales, al menos dentro de los límites que existían antes», argumentó.

Titov constató que actualmente existen muchos países de América Latina que «intentan suministrar mercancías a Rusia, independientemente o por medio de compañías logísticas, con tres o cuatro paradas, y también compran mercancías rusas a cuyos precios se añade un componente considerable de transporte».

«Mientras menos mercancías llevas, más caras salen», lamentó.

El empresario ruso indicó que aunque «hay varios puertos pretendientes» en América Latina, uno de los favoritos es el puerto del Mariel, al oeste de La Habana, atractivo «por su disposición geográfica» y sus posibilidades económicas.

«Cuba, que está en el centro, tiene prioridades geográficas y económicas, ya que es un país suministrador de servicios bastante baratos, porque está interesado en este tipo de inversiones y creación de nuevos puestos de trabajo, por lo que ofrece las condiciones más apropiadas», explicó.

Cuba creó en 2015 una zona económica especial en este puerto, ubicado a 45 kilómetros de la capital cubana, en la que se ofrece un régimen tributario y de aduanas especial a los empresarios extranjeros con el fin de estimular la inversión y la localización de producciones en el país.

La semana pasada el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, propuso a la postsoviética Unión Económica Euroasiática, organización liderada por Rusia, crear un parque industrial en esta zona económica, lo cual permitiría el acceso de las inversiones rusas al mercado de América Latina.

EFE