3M llega a un acuerdo provisional de US$ 10.000 millones con varias ciudades de EE.UU. por contaminación

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3M Co llegó a un acuerdo tentativo de al menos 10.000 millones de dólares con varias ciudades y pueblos de Estados Unidos para resolver reclamos por contaminación del agua vinculadas a «químicos para siempre», informó Bloomberg News el viernes, citando a personas familiarizadas con el asunto.

Reuters no pudo confirmar inmediatamente el reporte. Un portavoz de 3M dijo que la compañía «no comenta rumores o especulaciones».

Horas antes, Chemours Co, DuPont de Nemours Inc y Corteva Inc comunicaron que llegaron a un acuerdo en principio por 1.190 millones de dólares para zanjar las demandas por contaminación de los sistemas públicos de abastecimiento de agua de Estados Unidos.

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Estaba previsto que 3M enfrentara un juicio el lunes contra la ciudad de Stuart, Florida. No estaba claro si el proceso seguiría adelante.

Stuart afirma que la empresa fabricó o vendió espumas contra incendios que contenían sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, o PFAS, a pesar de saber desde hace décadas que estas sustancias químicas pueden provocar cáncer y otras dolencias.

La ciudad ha declarado que reclama a 3M más de 100 millones de dólares para pagar la filtración del agua y la rehabilitación del suelo.

3M ha dicho en documentos judiciales que los PFAS no se han relacionado con problemas de salud a los niveles que se están descubriendo en el agua potable.

La demanda de Stuart es una de las más de 4.000 presentadas contra 3M y otras empresas químicas por ayuntamientos, gobiernos estatales y particulares de todo Estados Unidos que se han consolidado en un tribunal federal de Carolina del Sur. El caso fue seleccionado como el primero de prueba en ese litigio.

En diciembre, 3M fijó un plazo hasta 2025 para dejar de producir PFAS, que se usan en todo tipo de productos, desde teléfonos móviles hasta semiconductores, en medio de un creciente escrutinio legal sobre estas sustancias que no se descomponen fácilmente en el cuerpo humano ni en el medioambiente.

Reuters