5 Grandes Retos de la Economía Venezolana en 2024

Daniel CadenasDaniel Cadenas.- Con la reciente flexibilización de sanciones, se inicio una temporada de expectativas muy positivas, las cuales, pasados unos días, lucen fuera de control. Todos los días parece producirse una previsión mas alcista que la del día anterior, sobre cuánto puede aumentar la producción de petróleo y cual puede ser el efecto sobre el crecimiento. Ninguna de estas previsiones supera el horizonte temporal del 2024. No es de extrañar, pues el cortoplacismo es una característica cultural o antropológica de los agentes económicos en Venezuela. El verdadero crecimiento económico, se piensa en décadas, pero, como dijo alguien, para el venezolano, el largo plazo es el fin de semana.

Es inobjetable que al alivio en las sanciones permitirá un importantísimo crecimiento de la actividad petrolera y, en mucho menor escala, de la no petrolera. En Oikos hemos estimado que, si la flexibilización se prorroga hasta por 6 meses más, el 2024 pudiese experimentar un crecimiento de hasta 8%. Esto se deriva de nuestros propios modelos de proyección. Pero, aunque nuestros pronósticos están basados en evidencia, hay que recordar que la economía no es una ciencia exacta. El software econométrico no piensa y tampoco las hojas de Excel. Se introducen unos inputs y el modelo arroja un resultado. Si los inputs son basura, el resultado será igual de malo. Y es que, a pesar de lo que una sencilla cuenta de pulpero o el modelo de equilibrio general estocástico dinámico mas complejo puedan producir como proyección, cualquier resultado solo es realmente creíble, si existen los recursos necesarios para alcanzarlo.

En ese sentido, hay que recordar que, pese a que una hoja de Excel diga que la economía pudiera crecer 8% o cualquier otra cifra, ese numero solo es alcanzable si hay el capital humano y financiero, la energía, los combustibles, la infraestructura, los servicios públicos y el marco regulatorio e institucional necesarios.

A la luz de lo anterior, es pertinente enumerar los 5 grandes desafíos que tendrá la economía venezolana en 2024, para poder crecer a las fabulosas tasas que andan circulando por allí, en una aparente competencia por ver quien produce el número más “explotado”. Estos 5 enormes desafíos, son:

  1. Contar con la energía eléctrica estable, necesaria y suficiente: Sin electricidad no hay producción. Es falso que todo negocio tenga una planta eléctrica y es imposible que una fábrica de tamaño considerable, pueda trabajar días o semanas continuas, solo con una planta propia. Esos equipos son “de emergencia” y están concebidos para usarse como respaldo, por un corto tiempo. Cuando hay una fluctuación del suministro eléctrico, en la mayoría de los casos habar que detener la producción, mientras la planta releva al sistema eléctrico nacional y en todo caso, si la falla se prolonga, la producción no puede continuar por tiempo indefinido solo con la planta, pues los combustibles usuales con los cuales estos equipos operan, suelen ser escasos y costosos. Eso sin contar el daño al equipo productivo que produce la inestabilidad del suministro eléctrico. En Oikos, hemos estimado que las 30 mil fallas en el suministro eléctrico en 2022, acumularon interrupciones del servicio por 2.900 horas, produciendo un PIB perdido de unos $6 mil millones o un 10% del PIB efectivo de ese periodo. La economía podría crecer 8%-12% en 2024 pero, ¿hay la electricidad para ello? Tome en cuenta que el incremento que se esta previendo en la actividad petrolera es enorme, por el orden de un 25% al menos. ¿Hay la electricidad para ello?
  1. Que la Economía No Petrolera pueda contar con el crédito bancario suficiente: Suponiendo que la actividad petrolera crece 25%, un crecimiento económico agregado de 8%, implica que la economía no petrolera crecería a una tasa de 6%-7%. La vasta mayoría de los negocios que sustentan a la actividad no petrolera, son micro, pequeñas y medianas empresas, cuyo acceso al crédito bancario ha resultado ser prácticamente nulo durante los pasados 4 años. Estas empresas, vienen con un flujo de caja mermado por la recesión de 2023, en la cual se vieron forzados a disminuir sus precios y margen de forma extrema. Todos los negocios necesitan financiar sus brechas de fujo de caja, sus gastos operativos y su capital de trabajo. Estas necesidades son mayores en una economía que se espera crezca a una tasa de 8%-12%. El crédito es procíclico, es decir, se mueve conjuntamente con el ciclo de los negocios, pero tiene la particularidad de que crece mucho mas que lo que crece la actividad económica.

En Oikos hemos estimado que un crecimiento de la economía no petrolera de 6%, solo puede ocurrir si el crédito, en términos reales, se expande 12%-18%. ¿Es esa expansión factible con las actuales restricciones de política, vía el coeficiente de encaje? Pareciera que no. El gobierno tiene que poner de su parte y relajar esa restricción. De otro modo, los negocios tendrán que volver a financiar sus operaciones a punta de fujo de caja propio, con lo que volverán a incrementar sus precios y margen, pues de allí tendrá que salir tanto el financiamiento como las utilidades de los socios.

  1. Que la Banca pueda capitalizarse: Suponiendo que la expansión real del crédito de la que se habló previamente pueda ocurrir, un crecimiento tan enorme de la cartera, deberá ser acompañado de una adecuada capitalización de los bancos venezolanos. Las normas macro prudenciales locales y globales (Sudeban, Basilea III y IV), obligan a los bancos a adecuar su colchón de patrimonio para afrontar perdidas esperadas e inesperadas, como consecuencia de un incremento de la morosidad o de créditos impagos. Esto implica, que los bancos venezolanos deben estar, desde ya, haciendo los cálculos de cuanto aporte de patrimonio adicional deberán hacer en cualquiera de estos escenarios de crecimiento. La pregunta que surge es: ¿pueden todos los socios de todos los bancos meterse la mano en el bolsillo para afrontar eso? Sin duda, es un reto enorme. La Bolsa de Valores de Caracas y las fusiones, puede ser opciones viables, dentro de una combinación de aportes de capital, más allá del aporte de los actuales socios.
  1. Conseguir y preservar el Capital Humano necesario: La diáspora masiva ha traído como consecuencia una escasez de mano de obra altamente calificada. Ese es un problema de oferta de capital humano. Para agravar este problema, prevalecen en el mercado laboral unas enormes distorsiones y malas practicas por el lado de la demanda de trabajo: Salarios bajísimos, que no permiten cubrir ni siquiera la canasta alimentaria y unas condiciones de trabajo lamentables, hacen muy difícil retener el talento, el cual se sigue fugando al resto del mundo o a otras empresas. En un mercado laboral así, no existen trucos o tips que un Gurú pueda dar, para solventar mágicamente el problema, pero una medida paliativa, es formar al talento, en lugar del paradigma actual de salir a “cazarlo” como en un safari.
  1. Crecer de forma sostenida y a tasas significativas: Este es el principal reto de la economía venezolana en cualquier año. Para logarlo, Venezuela debe convertirse en un “Milagro de Crecimiento” Los países que lo han logrado, han aplicado la siguiente receta:
    1. Han dejado de exportar materias primas y han complejizado tecnológicamente sus exportaciones: Venezuela no va a crecer a tasas significativas solo exportando petróleo. Lo sabemos con certeza, pues durante varias décadas probamos eso y no funciono.
    2. Han complejizado su producción: El PIB venezolano es producido mayoritariamente por miles de pequeños negocios de baja productividad, buena parte en la informalidad y dedicados fundamentalmente al comercio y los servicios. Para convertirnos en un milagro de crecimiento, eso debe cambiar y rápido. La romantización de los emprendimientos supervivencia en Instagram y de la apertura desmesurada de restaurantes, no aporta mucho al objetivo de convertirnos en un milagro del crecimiento.
    3. El motor del crecimiento dejo de ser una actividad primaria o extractiva (agricultura, petróleo, minerales) y paso a ser la industria de manufactura privada: Hoy, la manufactura pesa solo 5%-6% del PIB Total venezolano. La principal actividad productiva, ya ni siquiera es el petróleo (12% del PIB). De acuerdo a datos de Transparencia Venezuela y Ecoanalitica, las actividades ilícitas representan 16%-20% del PIB Total, convirtiéndola en la mayor actividad económica.

Por supuesto que los retos son muchísimos más. Pero afrontando y solventando estos 5, podremos estar más cerca del verdadero crecimiento sostenido y no de depender de ganarnos una lotería de petróleo cada cierto tiempo.

 

@macro_dc

 

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