El Banco Central de Brasil afirmó el martes 12 de noviembre que un mayor deterioro de las expectativas de inflación podría prolongar el ciclo de endurecimiento monetario y que su política seguirá siendo «un factor fundamental» para reconducir las expectativas hacia el objetivo del 3%.
En las minutas de la reunión del 5 y 6 de noviembre, en la que los responsables de política monetaria aceleraron el ritmo de ajuste con un alza de 50 puntos básicos al 11,25%, el banco central dijo que las recientes preocupaciones sobre el aumento del gasto público y la sostenibilidad del marco fiscal del país han afectado significativamente los precios de los activos y las expectativas del mercado.
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A pesar de las dos alzas de tasas realizadas por el banco central desde septiembre y de las señales de que se producirán más en el futuro, las expectativas de inflación del mercado han seguido alejándose del objetivo en medio de unas perspectivas de inflación más difíciles, marcadas por el debilitamiento del real frente al dólar, una actividad económica mayor de lo previsto y un mercado laboral tenso, publicó Reuters.
Este telón de fondo incluye las presiones inflacionarias alimentadas por las propuestas políticas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y las incertidumbres fiscales de Brasil, que han hecho subir las primas de riesgo de la mayor economía de América Latina.
El equipo económico del presidente Luiz Inácio Lula da Silva había indicado que se presentaría un paquete para frenar el gasto obligatorio tras la conclusión de las elecciones municipales de octubre.
Sin embargo, a pesar de una serie de reuniones con ministros, el líder izquierdista ha dicho que aún no ha tomado una decisión.
Con información de Reuters.
