Las principales bolsas europeas cerraron este jueves con variaciones mínimas, en una jornada marcada por la cautela de los inversores ante las señales mixtas sobre la política monetaria de Estados Unidos y la incertidumbre en torno a las negociaciones comerciales transatlánticas.
El índice paneuropeo STOXX 600 avanzó apenas un 0,09%, hasta los 537,48 puntos, mientras que el DAX alemán destacó con una ganancia del 0,6%. El resto de los índices regionales se movieron en rangos estrechos, reflejando un mercado sin una dirección clara.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sugirió esta semana ante el Congreso que el banco central podría haber continuado con los recortes de tasas si no fuera por las presiones inflacionarias derivadas de los aranceles impulsados por el gobierno de Donald Trump. El expresidente, por su parte, intensificó sus críticas a Powell e insinuó que podría anunciar un nuevo nominado para la Fed en septiembre.
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Los mercados también siguen de cerca la fecha límite del 9 de julio, cuando expira la actual pausa arancelaria de EE. UU. Mientras Washington cerró un acuerdo con el Reino Unido, las negociaciones con la Unión Europea permanecen estancadas. Los líderes del bloque, reunidos este jueves, debaten si avanzar hacia un pacto rápido o prepararse para una confrontación más prolongada.
En el plano sectorial, el índice de defensa europeo subió un 3,1%, impulsado por el respaldo de la OTAN al aumento del gasto militar exigido por Trump. Las mineras industriales lideraron las ganancias con un alza cercana al 4%, beneficiadas por el repunte del cobre, que se acercó a máximos de tres meses.
El STOXX 600 se encamina así a su primera semana de ganancias en tres semanas, apoyado también por el alivio temporal en las tensiones entre Irán e Israel.