Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense retrocedieron este jueves, en medio de señales de enfriamiento en el mercado laboral y crecientes especulaciones sobre el futuro de la Reserva Federal bajo la administración Trump.
El retorno del bono a dos años —sensible a las expectativas de política monetaria— cayó 4,9 puntos básicos, hasta 3,73%, mientras que el rendimiento a 10 años bajó a 4,263% y el de 30 años a 4,827%.
Los movimientos reflejan la lectura de los inversores sobre datos laborales más débiles de lo previsto, incluyendo un aumento en las solicitudes continuas de subsidio por desempleo.
“Se están empezando a ver algunas grietas en el mercado laboral, y eso puede dar cierta confianza a los mercados de que la Reserva Federal puede comenzar a relajar la política monetaria en septiembre”, señaló Stan Shipley, estratega de renta fija de Evercore ISI.
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A esto se suma la incertidumbre política: el presidente Donald Trump estaría considerando reemplazar anticipadamente al actual presidente de la Fed, Jerome Powell, según reportes del Wall Street Journal. La posibilidad de un “presidente en la sombra” genera inquietud sobre la independencia del banco central.
Mientras tanto, figuras como Michelle Bowman y Christopher Waller —ambos designados por Trump— han expresado apertura a un recorte de tasas tan pronto como en julio. Sin embargo, Powell y otros funcionarios, como Thomas Barkin de la Fed de Richmond, han advertido que los aranceles podrían reavivar la inflación, lo que justificaría una postura más cautelosa.
En paralelo, el Tesoro de EE. UU. colocó 44.000 millones de dólares en bonos a siete años, con una sólida demanda aunque ligeramente por debajo del promedio histórico. La tasa máxima fue de 4,022%.