La Cámara de los Diputados de Brasil respaldó este miércoles, por una amplia mayoría, un proyecto del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para tributar los fondos de los superricos y aquellos de los residentes brasileños en el exterior.
El texto, que ahora será analizado por el Senado, recibió 323 votos a favor y 119 en contra, en una victoria contundente para el mandatario progresista, que lidia con un Congreso controlado por fuerzas de centro y centroderecha.
La medida forma parte del paquete de iniciativas impulsadas por el equipo económico de Lula para aumentar la recaudación y poder así equilibrar las maltrechas cuentas públicas del país.
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La previsión inicial del Gobierno es recaudar ya en 2024 alrededor de 20.000 millones de reales (4.000 millones de dólares – 3.800 millones de euros) con esos dos impuestos, si bien los cambios introducidos en la Cámara Baja pueden hacer variar esos cálculos.
Ello porque los diputados redujeron al 15% el tributo para los fondos en el exterior, frente al máximo de 22,5% sobre las ganancias de los mismos que proponía el Gobierno.
Por otro lado, para los rendimientos de los fondos exclusivos, que tienen un único titular y exigen una inversión mínima de 10 millones de reales (2 millones de dólares o 1,90 millones de euros), también habrá un impuesto del 15%, que podrá llegar al 20% para inversiones de corta plazo.
Actualmente, la tributación de esos fondos cerrados ocurre apenas en el momento del rescate de los valores.
Según cálculos oficiales, hay 2.500 brasileños con recursos en este tipo de fondos para altas rentas, con un valor total de recursos estimado de 756.800 millones de reales (151.460 millones de dólares al cambio de hoy).
EFE