Los precios al consumidor en Brasil aumentaron 4,47% al cierre de 2023 respecto al año anterior. Esto significa una disminución más de lo estimado por analistas, cuya prevención media era de 4,63%.
El descenso ubica ahora la inflación anual dentro de la banda objetivo del Banco Central de Brasil para 2024 del 3%, más o menos 1,5%.
En una nota publicada por Bloomberg Línea, indica que durante las dos primeras semanas de enero de 2024, el precio de los alimentos y las bebidas subió un 1,53%; mientras que los artículos de salud y cuidado personal subieron un 0,56%, lo que representa los mayores impulsores de la inflación del periodo, según la agencia de estadística.
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Algunos analistas consideran que los avances en la lucha contra la subida de los precios al consumo abren la puerta a una relajación monetaria aún más agresiva.
Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de la consultora Pantheon Macroeconomics, dijo este viernes que esperan un recorte de tipos de 50 puntos básicos la próxima semana, pero no descarta una acción más “audaz”, ya que unos tipos reales más altos los considera una amenaza para la recuperación.
Los costes de endeudamiento de dos dígitos que redujeron la inflación anual desde su máximo de 2022 de más del 12%, están ejerciendo ahora un importante lastre sobre el crecimiento.
Con poco espacio en el presupuesto nacional para nuevos desembolsos, los halcones fiscales y los inversores temen que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, intente impulsar la economía mediante estímulos estatales.
Con información de Bloomberg Línea.