China ha aprobado una normativa provisional para regular los servicios de inteligencia artificial generativa similares a ChatGPT, que utilizan modelos y algoritmos para crear contenidos como textos, imágenes o videos.
La normativa, que entrará en vigor provisionalmente el próximo 15 de agosto, establece los principios, las obligaciones y las responsabilidades de los proveedores y los usuarios de estos servicios.
Según el texto publicado este jueves conjuntamente por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Administración del Ciberespacio y otros cinco organismos, los servicios de inteligencia artificial generativa estarán sujetos a «los reglamentos vigentes en materia de seguridad de la información, protección de datos personales, propiedad intelectual y progreso científico y tecnológico».
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Además, deberán respetar «los valores socialistas fundamentales» y la «moral social y la ética profesional», y tendrán prohibido «generar contenidos que atenten contra la seguridad nacional, la unidad territorial, la estabilidad social o los derechos e intereses legítimos de otras personas».
La normativa también exige a los proveedores y usuarios de estos servicios que adopten «medidas efectivas» para evitar la discriminación por motivos de nacionalidad, etnia, religión, procedencia, género, edad o profesión en el diseño del algoritmo, la selección de los datos, el modelo generado y el servicio ofrecido.
Asimismo, dichos servicios deberán garantizar «la transparencia y la fiabilidad», identificando como tales los contenidos generados por dicha tecnología, una iniciativa que algunas aplicaciones chinas como Douyin (la versión china del servicio de video Tiktok) ya habían comenzado a aplicar en los últimos meses.
Material «verdadero»
El material generado por inteligencia artificial habrá de ser «verdadero» y «preciso», estipula el reglamento, que anuncia también medidas para «evitar la creación de información falsa».
En las últimas semanas, diversos proyectos de inteligencia artificial presentados por empresas tecnológicas como Baidu, Huawei o Alibaba han suscitado gran interés en el país asiático, hasta el punto de que la prensa oficial advirtió de una posible «burbuja» en el mercado debido a un «entusiasmo excesivo» sobre esta tecnología.
El pasado abril, la Administración del Ciberespacio ya publicó el borrador de una normativa para el sector de la inteligencia artificial, al que exigía que el contenido creado por ‘chatbots’ y otros modelos generativos «reflejase los valores fundamentales socialistas» y no «socavase la unidad nacional», «subvirtiese el poder del Estado» ni «incitase a dividir el país».
EFE