Comerciantes globales de energía están emergiendo como los primeros compradores de los inventarios disponibles de crudo y fueloil de Venezuela tras la flexibilización de las sanciones energéticas de Estados Unidos al país sudamericano la semana pasada, según indicaron a Reuters fuentes familiarizadas con el asunto.
Las sanciones que estaban vigentes contra Venezuela desde 2019 han impedido en gran medida que la petrolera estatal PDVSA exporte a sus mercados elegidos. Eso cambió la semana pasada con la flexibilización de las medidas por un período de seis meses, aunque el alivio es visto como demasiado corto para estimular una expansión significativa de la producción de crudo.
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La licencia emitida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ofrece una tentadora apertura para ventas puntuales por parte de PDVSA y para la reactivación de algunos contratos de suministro que podrían aumentar sus ingresos, dijeron las personas.
Trafigura negoció la semana pasada un contrato de fletamento para el Suezmax Stena Sunrise, con bandera de Bermudas, para transportar un cargamento de 1 millón de barriles de fueloil venezolano en noviembre desde el área de transferencia de barco a barco de Amuay, en Venezuela, según dos personas cercanas al acuerdo.
PDVSA también está en conversaciones con Mercuria Energy y Sahara Energy sobre ventas ocasionales, dijeron las fuentes.
PDVSA no respondió a las solicitudes de comentarios, pero el presidente de la estatal petrolera Pedro Tellechea dijo la semana pasada en redes sociales que la licencia estadounidense «suspende un asedio generalizado» sobre la empresa.
Refinadores buscando petróleo
Empresas refinadoras estadounidenses, europeas y asiáticas, incluyendo a Reliance Industries, Tipco Asphalt, Valero Energy, PBF Energy y Eni, también están en conversaciones con PDVSA para reanudar o ampliar las importaciones de petróleo venezolano.
Eni espera que la flexibilización de las sanciones le permita «aumentar la flexibilidad y eficacia de las actividades de cobro de deudas» a través de canjes de petróleo por deuda que están vigentes desde el año pasado, dijo un portavoz la semana pasada.
La compañía italiana y la española Repsol mantienen desde hace meses negociaciones con PDVSA para ampliar la producción de gas en Venezuela.
Eni también espera aumentar la producción de petróleo y reanudar las ventas del popular crudo Corocoro, que solía exportarse a Estados Unidos, según otras personas familiarizadas con el asunto.
La firma francesa Maurel & Prom, que compró los activos de Shell en Venezuela, dijo este mes que había solicitado a Estados Unidos, antes de que se aliviaran las sanciones, autorización para recibir petróleo venezolano para cobrar deuda.
PDVSA tiene actualmente unos 30 millones de barriles de crudo y combustibles en almacenamientos en tierra y flotantes, un volumen todavía grande, aunque por debajo del pico de más de 40 millones de barriles que llegó a acumular tras la imposición de sanciones 2019, según datos de la firma de inteligencia de productos básicos Kpler.
Buques, calidad y términos
Obtener autorización de los departamentos legal y de cumplimiento y renegociar precios requerirá bastante trabajo del lado de los potenciales compradores, agregaron las personas.
Algunas empresas han solicitado recientemente al Tesoro de Estados Unidos una orientación sobre posibles acuerdos, dijo una de las fuentes.
Los comerciantes que buscan hacerse con cargamentos puntuales se enfrentan a la falta de voluntad de muchos propietarios de buques para cargar en Venezuela, lo que mantiene elevados los fletes y ha impuesto cláusulas contractuales especiales para «zonas de guerra».
A muchos clientes potenciales, especialmente en el mercado ocasional, Venezuela les está pidiendo pagar por adelantado los cargamentos, dijeron las personas. Este año PDVSA reorganizó su negocio comercial y sus finanzas para evitar pagos fallidos tras sufrir pérdidas multimillonarias.
Problemas de calidad del crudo derivados de la deteriorada infraestructura de PDVSA también serían más difíciles de resolver y podrían seguir forzando descuentos de precios, agregaron las fuentes.
PDVSA no ha recuperado el acceso a servicios de fijación de precios y software clave para el seguimiento de contratos, suspendidos como parte de las medidas estadounidenses, dijeron fuentes de la compañía.