Pese a las crecientes tensiones geopolíticas y la volatilidad económica global, la supremacía del dólar estadounidense como moneda de reserva internacional no enfrenta amenazas serias en el corto plazo, coincidieron este martes varios banqueros centrales durante la conferencia anual del Banco Central Europeo (BCE) en Sintra, Portugal.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reconoció que 2025 podría marcar un punto de inflexión en la discusión sobre alternativas al dólar, pero subrayó que cualquier cambio estructural requerirá “mucho tiempo y esfuerzo”. Aunque el euro ha ganado atractivo en medio de la incertidumbre global, Lagarde advirtió que “no va a ocurrir de la noche a la mañana” y que “algo se ha roto”, en referencia a la confianza plena en el sistema monetario actual.
El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, sostuvo que una transformación significativa dependerá de reformas estructurales en otras regiones, como la integración del mercado de capitales en Europa o mejoras en la eficiencia monetaria en China.
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Por su parte, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, fue tajante: “No veo un cambio importante por el momento”, aludiendo a la necesidad de que cualquier moneda de reserva ofrezca activos seguros y líquidos para respaldo financiero.
Desde Asia, el gobernador del Banco de Corea, Rhee Chang-yong, reconoció que existe debate sobre una posible pérdida de confianza en el dólar a largo plazo, aunque aclaró que los bancos centrales aún mantienen sus reservas en la divisa estadounidense.
El dólar representa actualmente el 58% de las reservas internacionales, según datos del Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, las políticas económicas y de seguridad del presidente Donald Trump han generado dudas sobre la estabilidad futura del liderazgo monetario de EE. UU.
Con información de Reuters