En mercados internacionales bajan precios de petróleo y alimentos
José Grasso Vecchio.- La coyuntura mundial ha llevado por ahora, a una baja en los precios de petróleo y alimentos. Materias primas esenciales como el petróleo y los alimentos, están registrando caídas significativas en los mercados globales. Así, con relación al pico de junio de 2022 cuando el barril de petróleo se transó en US$ 120, actualmente (7 de septiembre de 2022) el precio de los crudos ha disminuido hasta US$ 82. Si la comparación de hace con respecto al precio del 8 de agosto, US$/b 94, la disminución es de US$ 12 por barril, equivalente a 13%.
Los países petroleros agrupados en la OPEP que incluye a Rusia y otros exportadores de menor escala, acordaron el 5 de septiembre de 2022 un recorte de la producción de 100.000 barriles diarios, lo que significó una reversión del aumento por la misma cantidad adoptada el 5 de agosto de este año.
Esta medida defensiva de la OPEP hasta ahora no ha surtido el efecto esperado y los precios han continuado cayendo debido al hecho que está privando en el mercado el temor tanto a la desaceleración de la actividad económica en curso como una eventual recesión global.
No pareciera existir dudas sobre la determinación de importantes bloques de países consumidores, principalmente la Unión Europea, Japón y Corea del Sur y en menor medida China e India, en lo relativo a la adopción de medidas más estrictas para reducir el peso de los hidrocarburos en sus matrices energéticas, por asuntos geopolíticos y por la ya visible incidencia del cambio climático. Por su parte, países petroleros como Arabia Saudita ya están aplicando acciones y medidas para mutar hacia una economía menos dependiente de la renta petrolera.
Esta declinación de los precios de los hidrocarburos ha tenido su expresión en el Índice de Precios de los Alimentos que mensualmente calcula la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En agosto el índice que comprende cinco agrupaciones: cereales, carne, aceites vegetales, azúcar y lácteos, registró una declinación de 1,9% respecto a julio, encadenando de esta manera cinco meses seguidos de contracción en los precios.
En esta baja de los precios han influido los incrementos de la producción, específicamente de cereales, en Estados Unidos y Canadá, lo que indudablemente se ha traducido en mayor oferta y la consecuente caída de los precios. Ello es una buena noticia para el mundo, debido a que el alza de los precios de los alimentos está generando serios problemas de acceso a esos bienes en países de África y América Latina, fundamentalmente.
Pero a diferencia de la OPEP no hay una agrupación de países productores de alimentos que aplique una reducción de la producción para defender los precios. En este caso predominan las fuerzas del mercado.
Para Venezuela, las contracciones de los precios del petróleo y de los alimentos tienen un doble efecto y en sentido contrario. Por una parte, la caída de los precios del petróleo para el mismo nivel de exportaciones se traduce en una reducción de los ingresos de divisas y fiscales, con sus efectos sobre las cuentas externas y la gestión presupuestaria y por la otra, se reduce el costo de las importaciones y con ello presión sobre la inflación. Es difícil cuantificar cuál efecto es mayor, pero a primera vista pareciera que dominaría el impacto negativo de los menores precios del petróleo. Sin embargo, dado lo complejo del panorama internacional y la cercanía del invierno y de la crisis energética en Europa y otras partes, es posible un alza en los precios del petróleo antes del cierre del año. De nuevo, lo cierto, es que, en los mercados internacionales, persisten muchas incertidumbres por lo que los escenarios son de cuidado y a los que se les debe hacer un seguimiento periódico.
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Abogado Universidad Católica Andrés Bello. Master en Derecho Comparado Southern Methodist University Dallas Texas; Advanced Management for Bankers Wharton School en Philadelphia. Inició su carrera bancaria en 1976, con más de 40 años de experiencia bancaria. Ha ocupado diversos cargos gerenciales y de dirección en importantes instituciones. Fundador y presidente ejecutivo de la Asociación Venezolana para el Síndrome de Down. Dictó clases de pregrado y postgrado en áreas de finanzas y banca en las principales Universidades del país.