Los trabajadores de las tres plantas de General Motors en el estado brasileño de São Paulo volvieron este miércoles al trabajo, poniendo fin a una huelga de 16 días, después de que la empresa readmitiera a 1.245 empleados despedidos.
Los huelguistas regresaron a sus puestos de trabajo después de que la empresa aceptó pagar los salarios de estas últimas dos semanas tanto a los empleados que estuvieron de huelga como a los que fueron despedidos.
Las negociaciones continuarán en los próximos días para buscar alternativas a los despidos, según informó el sindicato de metalúrgicos en un comunicado.
También puede leer:
Petrobras prueba el uso de aceite de soja como materia prima en una refinería
General Motors despidió a 1.245 trabajadores de sus plantas en São José dos Campos, Mogi das Cruzes y São Caetano el pasado 21 de octubre y, dos días después, los trabajadores se declararon en huelga.
La semana pasada, un tribunal laboral ordenó a la empresa readmitir a los trabajadores de la planta de São José dos Campos, donde se había producido el grueso de los despidos, y la fabricante de automóviles anunció entonces la reincorporación de los empleados afectados de las tres plantas.
Los despidos en Brasil fueron calificados de ilegales por el sindicato estadounidense United Auto Workers (UAW), que pidió al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva que interceda para proteger a los trabajadores.
La industria de automoción brasileña busca aún recuperar los niveles de producción y ventas previos a la pandemia, debido en parte a la competencia de los fabricantes extranjeros.
En los primeros diez meses del año, la producción automotriz ascendió a 1,9 millones de vehículos, lo que supone un 0,6% menos en la variación interanual, según datos difundidos este miércoles por la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea).
En los últimos meses, varias empresas se han visto obligadas a detener la producción en varias fábricas por el exceso de existencias.
EFE