Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo) asumen que el crecimiento económico se ha ralentizado en los últimos meses, pero descartan que la economía se dirija a una recesión profunda pese a los riesgos en el horizonte.
«La eurozona sigue siendo resiliente y no hay razón para esperar una recesión profunda o prolongada», dijo el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, al término de una reunión en la que los ministros pasaron revista a la situación de la economía europea.
Si bien existen riesgos, sobre todo por la situación geopolítica internacional, y se ha visto «un pérdida de impulso» en la economía, los datos reflejan también que la inflación está descendiendo y que el mercado laboral sigue siendo fuerte, explicó.
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«Está claro que estamos en un periodo de debilidad económica. Hemos logrado evitar la recesión pero el crecimiento es muy lento», coincidió el vicepresidente de la Comisión Europea Valdis Dombrovskis, en vísperas de que la Comisión Europea presenta la semana que viene nuevas previsiones macroeconómicas.
El Ejecutivo comunitario, sin embargo, prevé un «modesto repunte» el año próximo y que se mantengan ciertas fortalezas de la economía europea, como un «mercado laboral robusto».
«En conjunto, creemos que veremos un repunte gradual de la economía», avanzó.
No obstante, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, advirtió de que la economía europea todavía no está todavía en posición de «volver a crecer» y es «muy pronto» para anticipar cuándo se volverá a la senda positiva.
El debate de los ministros se basó en las últimas cifras de la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, que apuntan a una contracción del PIB del 0,1% en el tercer trimestre del año, en gran parte por el descenso del mismo calibre observado en Alemania, motor económico de la zona euro.
Los datos, no obstante, reflejan también un descenso de la inflación hasta el 2,9% en octubre, su nivel mínimo desde agosto de 2021, una tendencia que para Bruselas se mantendrá en los próximos meses.
«Sabemos que la reducción en adelante no será totalmente lineal, todavía habrá baches en el camino, pero la dirección a la baja ahora está clara», dijo Gentiloni, destacando también la «resiliencia» del mercado laboral «a pesar de los signos de enfriamiento», con un tasa de empleo del 6,5% en septiembre.
Ensombrecen la perspectiva, sin embargo, las tensiones en Oriente Medio ya que, si bien el impacto sobre los mercados energéticos ha sido «contenido» hasta ahora, existe un riesgo de que aumenten los precios de la energía si se produce una escalada del conflicto y, en todo caso, «aumentan los riesgos y la incertidumbre» para la economía europea, añadió el comisario.
EFE
