El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró este martes su desacuerdo con el nivel actual de las tasas de interés en el país, fijadas en 15%, aunque evitó responsabilizar directamente al gobernador del Banco Central, Gabriel Galípolo, por las decisiones recientes en política monetaria.
Durante declaraciones ofrecidas a la prensa en el marco de una visita oficial a París, Lula señaló que el Banco Central ha elevado las tasas en sus cuatro reuniones más recientes, pero aclaró que solo dos de esas decisiones respondieron a lineamientos heredados de la gestión anterior, encabezada por Roberto Campos Neto.
“Las orientaciones que se están siguiendo no son nuevas, sino parte de una continuidad institucional”, sugirió el mandatario, en un intento por matizar sus críticas previas al ente emisor y preservar la autonomía de su actual presidente, designado por el propio Lula en enero.
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El mandatario brasileño ha sido un crítico constante del nivel de las tasas de interés, argumentando que restringen el crédito y frenan el crecimiento económico. Sin embargo, en esta ocasión optó por un tono más conciliador, en medio de un contexto de presión inflacionaria moderada y expectativas de desaceleración económica.
La tasa Selic, principal referencia del costo del dinero en Brasil, se mantiene en niveles elevados pese a una inflación controlada, lo que ha generado tensiones entre el Ejecutivo y el Banco Central en los últimos meses.