El oro registró un leve repunte este jueves, impulsado por la depreciación del dólar estadounidense y la atención del mercado centrada en los próximos datos de inflación de Estados Unidos, que podrían redefinir las expectativas sobre las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed).
El metal precioso al contado subió un 0,2% hasta los 3.339,38 dólares por onza, mientras que los futuros del oro en EE. UU. avanzaron un 0,3% hasta los 3.352,30 dólares. La caída del dólar hizo que el oro resultara más atractivo para los inversionistas que operan con otras divisas.
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El contexto político también influyó en el mercado. El presidente Donald Trump renovó sus críticas al titular de la Fed, Jerome Powell, insinuando posibles cambios en la cúpula del banco central. Powell, por su parte, advirtió sobre el riesgo de una inflación más persistente derivada de los planes arancelarios del gobierno, lo que justificaría una postura más cautelosa en futuros recortes de tasas.
“El oro al contado se mantendrá en el rango de los 3.000 a 3.500 dólares, a menos que haya mayor claridad sobre el momento de la próxima rebaja de tasas”, señaló Han Tan, analista jefe de mercado de Nemo.Money.
Los inversionistas aguardan los datos del PIB estadounidense que se publican hoy y el índice de gastos de consumo personal (PCE) previsto para mañana. Un enfriamiento inesperado en este último —indicador favorito de la Fed para medir la inflación— podría impulsar al oro por encima de su media móvil de 21 días y acercarlo nuevamente al umbral psicológico de los 3.400 dólares.
En el mercado de metales, el paladio y el platino también mostraron fuerza, con alzas de 3,5% y 3,4% respectivamente, mientras que la plata avanzó un 0,7% hasta los 36,55 dólares por onza.