Los precios del petróleo registraron un modesto repunte este jueves, en un contexto de cautela por parte de los inversores, quienes centran su atención en los fundamentos del mercado tras una significativa caída de inventarios en Estados Unidos y la reciente tregua entre Irán e Israel.
El crudo Brent avanzó 0,5% hasta los 68,02 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) subió en igual proporción, alcanzando los 65,27 dólares. Ambos contratos habían recuperado cerca de un 1% en la jornada previa, tras datos que evidenciaron una demanda más sólida de lo previsto en el mercado estadounidense.
Según la Administración de Información Energética (EIA), los inventarios de crudo en EE. UU. se redujeron en 5,8 millones de barriles durante la semana finalizada el 20 de junio, superando ampliamente las expectativas del mercado, que anticipaban una baja de apenas 797.000 barriles. Este ajuste se atribuye a un aumento en la actividad de refinación y al repunte de la demanda interna.
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En paralelo, los analistas observan con atención la evolución del alto el fuego entre Irán e Israel, un factor geopolítico que ha contribuido a moderar la volatilidad reciente en los mercados energéticos.
“Los inversores están reenfocando su mirada en la macroeconomía y los balances petroleros”, señaló Tamas Varga, analista de PVM.
Desde UBS, Giovanni Staunovo destacó que los precios del crudo han seguido de cerca el comportamiento de los mercados bursátiles, mientras que expertos de ANZ apuntaron a una temporada de verano en EE. UU. que, aunque comenzó con lentitud, muestra señales de recuperación en la demanda.
Aunque los precios actuales se mantienen por debajo de los niveles previos al conflicto —el Brent cotizaba a 69,36 dólares el 12 de junio, antes de los ataques israelíes—, el mercado parece haber encontrado un nuevo equilibrio temporal, condicionado por factores tanto estructurales como coyunturales.