El sector servicios estadounidense mantuvo un ritmo de crecimiento estable en abril, gracias al aumento de los nuevos pedidos y al repunte de las exportaciones, pero las empresas siguieron teniendo que hacer frente al alza de los precios de los insumos, lo que indica que la inflación podría seguir siendo elevada durante algún tiempo.
El Instituto de Gerencia de Abastecimiento (ISM) anunció el miércoles que su índice PMI no manufacturero subió a 51,9 el mes pasado, desde 51,2 en marzo.
Una lectura superior a 50 indica crecimiento en el sector servicios, que representa más de dos tercios de la economía. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el PMI no manufacturero se situaría en 51,8 puntos.
El PMI se mantiene por encima del nivel de 49,9, que según el ISM indica con el tiempo un crecimiento de la economía en general.
Pero los riesgos para la economía están aumentando. Las condiciones crediticias se han endurecido y la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió el lunes que el gobierno federal podría quedarse sin dinero en un mes, en medio de un pulso para elevar su tope de endeudamiento de 31,4 billones de dólares.
El mercado espera que la Reserva Federal eleve su tasa de interés de referencia otros 25 puntos básicos, a un rango de entre 5,00% y 5,25%, al término de una reunión de política monetaria de dos días el miércoles, antes de poner en pausa la campaña de endurecimiento de la política monetaria más rápida del banco central estadounidense desde la década de 1980.
El sector servicios se ve favorecido por el desplazamiento del gasto en bienes, que normalmente se adquieren a crédito.
El ISM informó el lunes que su medida del sector manufacturero nacional se contrajo por sexto mes consecutivo en abril, aunque el ritmo se ralentizó.
El indicador de nuevos pedidos recibidos por las empresas de servicios aumentó hasta 56,1 desde 52,2 en marzo. Es probable que se vieran impulsados por un alza de los pedidos de exportación, que se dispararon hasta 60,9 desde 43,7 en marzo.
La inflación de los servicios se mantuvo fuerte. El índice de precios de los insumos pagados por las empresas de servicios subió hasta 59,6 desde 59,5 en marzo. Los precios de los servicios suelen ser más rígidos y menos sensibles a las subidas de las tasas de interés.
Algunos economistas consideran que el índice ISM de precios pagados por los servicios es un buen indicador de la inflación de los gastos de consumo personal (PCE). La Fe, que tiene un objetivo de inflación del 2%, sigue los índices de precios PCE para su política monetaria.
El crecimiento del empleo en el sector servicios siguió ralentizándose, ya que bajó de 51,3 en marzo a 50,8, otro indicio de que el mercado laboral se está debilitando.
El Gobierno informó el martes que a finales de marzo había 9,6 millones de puestos de trabajo vacantes, el nivel más bajo desde mayo de 2021. Aun así, hubo 1,6 vacantes por cada desempleado en marzo, muy por encima del rango de 1,0-1,2 que los economistas dicen que es consistente con un mercado laboral que no está generando demasiada inflación.
Reuters