Apuntes de una Cuarentena: Sobre inflación, geopolítica, Harvard MUN y criptomonedas
Luis Gerardo García.- Para un venezolano, oír de los problemas inflacionarios en el resto del mundo le parece un chiste. Habiéndonos acostumbrado a vivir con cotas promedio de inflación mensual de 36% en los últimos cinco años, nos causa asombro e hilaridad toda la preocupación por una tasa de inflación que es sesenta (si, 6-0) veces menor. Este asombro, sin embargo, demuestra, del lado venezolano, una inercia inflacionaria tóxica. Del resto del mundo, sin embargo, supone enfrentar a una bestia ya domada, a romper con una costumbre de estabilidad.
En estas discusiones es importante entender el marco de referencia de cada uno. En Venezuela, es común oír de márgenes de ganancia neta considerables, que en muchos casos superan la veintena. Esto responde a una percepción de riesgo relativamente alta que resulta en un requerimiento de rendimiento mayor. En el caso de economías desarrolladas, como EE. UU., el margen de utilidad neta promedio (sin contar sector financiero) es de 8,2%. En una disrupción en la estabilidad de los precios, la empresa puede optar a ajustar sus costos o probar su capacidad de modificar precios sin comprometer su nivel de ventas. En ambos casos es razonable esperar una contracción económica si esta circunstancia de aumentos en precios no es “transitoria”.
Otro efecto de una alta inflación es el aumento en el costo del dinero para incentivar a un ajuste en el equilibrio oferta/demanda. Esto trae un riesgo adicional, y es que, tras años de dinero fácil en el mundo, costará hacer el pívot hacia un costo de capital más alto. No sólo se reventarán burbujas, sino que pudiera presagiarse una ola de reestructuraciones que derive, eventualmente, en oportunidades de finanzas corporativas sobre activos productivos alrededor del mundo.
Y a todas estas, ¿cómo se come esto en Venezuela?
No estamos inmunes a estos vaivenes económicos, si tan solo porque seguimos estando conectados al mundo a pesar de las políticas de aislamiento económico. Por otra parte, ante la ausencia de financiamiento local en la cuantía que demanda esta economía, muchas empresas han recurrido a financiamientos privados en moneda extranjera. En este caso cabe esperar un aumento en el costo de este dinero ante el surgimiento de alternativas de inversión de rendimiento similar, pero de riesgo más reducido. Solo esperemos que estas circunstancias no afecten sobremanera este crecimiento económico incipiente que estamos experimentando.
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Mientras escribo este artículo, el panorama global se complica por la situación en Ucrania.
A diferencia de lo que pregonaría ese famoso meme, no estoy dejando de hacer análisis financiero y económico para convertirme en experto geopolítico, pero toda esta situación me ha dejado pensando.
Aparte de la mecánica propia de oferta y demanda del mercado petrolero, la tensión global actual ha añadido un componente de incertidumbre que ha repercutido en los precios del crudo, Actualmente el barril de Brent en el mercado spot se cotiza en $96; estos son precios que bien pudiera aprovechar Venezuela si, lejos de tomar posiciones dogmáticas nos permeáramos de un poco de realpolitik. Si, es más complicado de lo que quiero hacer ver, pero quizás valdría la pena intentarlo.
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Una de las primeras delegaciones que participó en un Modelo de Naciones Unidas (y en Harvard, nada menos) fue conformada por amigos míos de la Universidad Metropolitana en 1994. Si les preguntas sobre su experiencia, te dirán que fue muy satisfactoria pero retadora.
Esa primera delegación al Harvard MUN abriría el camino a muchas otras que irían sucesivamente subiendo el listón. Y henos aquí, en 2022, que dos delegaciones locales, de estudiantes de la UNIMET y la UCAB, nos demuestran la valía del talento y la preparación del estudiante venezolano, al lograr ser reconocidas como delegación internacional mejor clasificada, y mejor delegación internacional, respectivamente.
No es una sorpresa para nosotros esta evidencia de talento del venezolano; una de las consecuencias inesperadas de la diáspora es la masificación global del reconocimiento a este talento. Vale, pues, nuestro reconocimiento y felicitación a las delegaciones que nos representaron en Harvard este año; esto se convierte en un reto a superar, que estamos seguros de que próximas generaciones cumplirán con creces.
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Mis estudiantes de la Universidad Monteávila, por alguna razón, me pidieron hace unas semanas escribir un artículo sobre Shiba Inu y las criptomonedas. Entonces, además de analista financiero y económico, y experto geopolítico, me he calzado las charreteras de conocedor del mundo cripto.
Si les da curiosidad leer el artículo, o revisar el blog de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FCEA) – blog al que bien vale la pena destinar unos minutos de lectura, pueden verlo en https://elblogdelafcea.blogspot.com/.
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Luis Gerardo García es socio director de Veninca, una boutique independiente de banca de inversión basada en Caracas, Venezuela, y Vicepresidente Institucional de Venecapital Asociación Venezolana de Capital Privado. Previamente, el Sr. García fue socio director de GCG Advisors, subdirector de banca de inversión en BBVA Banco Provincial y analista de mercados en BBVA Provincial Casa de Bolsa. El Sr. García posee una maestría en negocios (MBA) de Johnson School at Cornell University, y es Licenciado en Ciencias Administrativas mención Gerencia de la Universidad Metropolitana (Venezuela), y es profesor de Fundamentos de Finanzas en la Universidad Monteavila (Venezuela) y del Programa de Estudios Avanzados en Mercado de Valores IVMC-UMA (Venezuela).