Las autoridades de Venezuela han sustituido 166 kilómetros de tuberías que pasan por el Lago de Maracaibo, el más grande del país, para erradicar los derrames de petróleo en esta zona, a propósito de un plan puesto en marcha en julio por el Gobierno para el saneamiento y conservación del estuario, informó este viernes el canal estatal VTV.
Hasta ahora, 11 kilómetros de tuberías de acero fueron reemplazadas por tubos flexibles «con el fin de evitar los derrames y las filtraciones de estos compuestos petroleros», dice una nota publicada en la página web del medio estatal.
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Se trata de una primera fase de trabajos, que continuará con otra jornada en la que sustituirán 66 kilómetros, en una fecha que no ha sido precisada, hasta completar los 700 kilómetros de tuberías nuevas que prevén dejar instaladas en esta región fronteriza con Colombia.
El jefe de la comisión presidencial que atiende el lago, Néstor Reverol, citado en el escrito, indicó que el Gobierno «trabaja para que la tubería flexible sea elaborada en el país por la clase trabajadora», sin ofrecer detalles al respecto.
El Ministerio de Ecosocialismo da cuenta a diario, principalmente a través de las redes sociales, de los avances en el plan de descontaminación del Lago de Maracaibo, afectado por la proliferación de una bacteria llamada verdín, los constantes derrames provenientes de la estatal petrolera PDVSA y la confluencia de desechos de variada índole.
Entre las medidas adoptadas por el Ejecutivo destaca un plan para endurecer la fiscalización de las industrias asentadas en el lago, del cual no se conoce cuándo podría ser implementado y hasta qué punto castigará la liberación de agentes contaminantes en estas aguas.
EFE