El nuevo plan económico de China

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- La economía china está pasando por una coyuntura relativamente compleja. Las acostumbradas tasas de crecimiento económico de dos dígitos registradas entre los años ochenta y comienzos de los años dos mil, han quedado atrás para no volver. Con el nivel de ingreso por habitante de China, esos niveles de crecimiento no parecen posibles. El gobierno está haciendo todo lo que corresponde para que la economía alcance una expansión de 5% y para ello el 25 de septiembre el Banco Central anunció un paquete de medidas monetarias agresivas encaminadas a estimular la demanda.

Hay el peligro que China pueda entrar en un ciclo de deflación o de inflaciones extremadamente bajas que reflejan la debilidad de la demanda. En julio la tasa de inflación mensual fue de -0,3% aunque la tasa anual se mantuvo en 0,6% en agosto. Por ello algunos analistas hablan de la japonización de China, una situación de bajo crecimiento e inflación cero, lo que hoy no se ve en el caso chino.

La crisis del mercado inmobiliario ha golpeado significativamente a los hogares por la caída de los precios de las viviendas en un contexto en el cual el 80% del patrimonio de los chinos se mantiene en forma de activos inmobiliarios, equivalente al 30%x del PIB. De esta manera, cualquier turbulencia en ese mercado afecta de inmediato la economía como un todo.

Las medidas anunciadas por el Banco Central de China fueron, en primer lugar, una reducción de 0,20% en la tasa de política monetaria, segundo una disminución de 0,5% en la tasa de encaje legal, una reducción 0,5% en las tasas de interés de las hipotecas y en cuarto lugar una inyección de liquidez a las empresas para que recompren sus acciones en la bolsa de valores y así estimular el mercado de capitales. El problema con esta medida es que a diferencia de EEUU donde los hogares ahorran comprando acciones y bonos, en China apenas el 20% de los hogares tienen acceso a ese mercado.

Además, se espera que antes de finalizar el año ocurran nuevos recortes en las tasas de interés. Se trata de las medidas clásicas de estímulo a la economía que en algunos casos funcionan y en otros no tanto. Todo va depender si los hogares chinos perciben que su ingreso y estabilidad laboral va a mejorar para que ello se traduzca en un incremento de la demanda agregada.

Como parte de otras políticas para enderezar la economía, el gobierno aumentó la edad de jubilación para los hombres de 60 a 63 años y de 55 a 58 años para las mujeres en un esfuerzo por mantener la tasa de actividad laboral y disminuir el costo para el fisco en un entorno donde la estructura demográfica de China está reflejando un envejecimiento creciente.

En ese mismo sentido, las autoridades económicas de China están valorando más el consumo interno en lugar de las exportaciones como motor del crecimiento económico por cuanto la política de EEUU y la Unión Europea quienes han impuesto elevados aranceles a los productos chinos, ha debilitado las exportaciones a lo que se suma la prohibición de vender a empresas chinas tecnologías de punta. Todo ello ha motivado a que el gobierno chino mire más hacia adentro y busque ampliar la economía interna. Otro gran asunto a resolver en China es las grandes y excesivas capacidades acumuladas en la producción de bienes manufactureros que actualmente no parecen encontrar mercados y que implican unos costos enormes para los bancos que financiaron tales proyectos. De todos modos, China ha dado un paso importante y habrá que esperar si las políticas surten efecto deseado.

No tengamos duda en que la economía china logrará su objetivo de crecimiento económico para el año. Las autoridades no están de brazos cruzados y vienen implementando todas las medidas necesarias para apuntalar su crecimiento económico. El paquete monetario de estímulos y de apoyo al mercado inmobiliario debe funcionar para el necesario apoyo que requiere ese mercado.

 

@josegrasso

 



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