Productores agrícolas venezolanos alertaron este martes de una reducción «desproporcionada» de sus ingresos, como consecuencia de una «contracción del consumo» en el país, lo que -afirmaron- «está afectando a todas las cadenas agroalimentarias».
A través de un comunicado difundido en X (antes Twitter), la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) advirtió que se ha registrado una caída del ingreso que «está contrayendo, significativamente, la demanda interna de alimentos».
Además, señaló que la importación de productos terminados con «exoneraciones arancelarias» y el contrabando impactan, «negativamente, a los agricultores», quienes «sostienen la economía» de 17 de los 23 estados, donde «aún permanecen en sus unidades» de producción, «autofinanciándose, luchando contra el clima, la inflación y la escasez de combustible», entre otros factores.
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Fedeagro aseguró que la producción interna «carece de apoyos», la inversión pública en «infraestructura productiva es prácticamente nula» y el crédito bancario está «significativamente restringido».
«No podemos permanecer indiferentes a esta situación», expresó la confederación, que exigió la creación de un Consejo Nacional de Cereales, en el que los sectores público y privado hagan un «balance entre la oferta y la demanda interna» para definir los volúmenes de las importaciones y fijar la época para hacerlas.
El pasado agosto, el presidente Nicolás Maduro aprobó un fondo de financiamiento para el sector campesino y pesquero por 165 millones de bolívares (unos 5.062.902 dólares al cambio oficial de entonces), con el objetivo de dar impulso a la producción y el crecimiento de la nación en materia agrícola.
También pidió que se garantice el «abastecimiento oportuno y seguro» de combustible para los productores.
EFE