Kamala Harris y Donald Trump aspiran a convertirse en el candidato de la industria manufacturera, pero esta semana ambos ofrecieron imágenes radicalmente diferentes del estado de ese sector mientras prometieron ayudar de maneras prácticamente opuestas.
Los planes de Harris se sustentan en gran medida en los incentivos gubernamentales para estimular el sector manufacturero. Harris también está destacando el aumento de la actividad manufacturera en los últimos años bajo la administración Biden/Harris y enmarcar sus planes como una vía para continuar esa tendencia al alza.
Diferentes esfuerzos gubernamentales recientes, desde la Ley Bipartidista de Infraestructura hasta los nuevos incentivos a la energía verde o la Ley de Ciencia y CHIPS centrada en los semiconductores, han contribuido a triplicar la construcción de nuevas fábricas en Estados Unidos en los últimos años.
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El expresidente Trump, por el contrario, pintó un retrato más oscuro del estado de la manufactura y ofreció un enfoque diferente en su discurso del martes. En ese momento, se enfocó en la aplicación de nuevos aranceles proteccionistas junto con otras medidas como la reducción de los impuestos corporativos y menos regulaciones como vías para estimular la construcción de fábricas, indica un trabajo periodístico realizado por Yahoo Finanzas.
“Con la visión que estoy esbozando hoy, no solo evitaremos que nuestros negocios se vayan al extranjero, sino que, bajo mi liderazgo, vamos a arrebatarles esos empleos a otros países”, prometió Trump ante la multitud que se congregó en Savannah, Georgia.
También calificó los últimos años como un “espectáculo de terror” para la manufactura, pero ignoró el auge de la construcción de fábricas, una métrica que se mantuvo fundamentalmente plana durante sus cuatro años en el cargo.
En cambio, se centró en ejemplos específicos en los que se ha producido un aumento de la presencia extranjera en empresas conocidas como GE e IBM, así como en la posible venta de US Steel a la japonesa Nippon Steel.
Pero, al menos en el caso de la venta de US Steel, los funcionarios de la compañía de ambas partes de la posible fusión dijeron que no trasladarían la fabricación adicional de acero al extranjero si el acuerdo se aprueba en los próximos meses.
El presidente Biden también ha anunciado que se opone al acuerdo de US Steel y, según se informa, su administración está intentando bloquearlo, pero falta por ver si tomará cartas en el asunto antes de las elecciones de noviembre.
El plan de Harris para aprovechar las políticas de Biden
Detrás del enfoque de Harris y de Trump de esta semana se encuentra una tendencia reciente de la campaña electoral en la que se ha apreciado que Harris está logrando avances significativos entre los votantes en el tema económico en general desde que tomó el puesto del presidente Joe Biden como candidata demócrata a la presidencia este verano.
Harris y su campaña esperan promover una tendencia que la ha empatado en un 46% en temas económicos en una encuesta reciente de Morning Consult y que la ha colocado por delante de Trump en las encuestas que Financial Times hizo en agosto y septiembre.
Otras encuestas la sitúan por detrás de Trump, pero por poco, en temas económicos a nivel nacional y en estados clave para la economía.
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