La confianza de los consumidores estadounidenses aumentó en junio hasta su nivel más alto en casi un año y medio, en medio de un renovado optimismo en el mercado laboral, mientras que el gasto empresarial pareció mantenerse en mayo, lo que indica que la economía sigue sobre una base sólida pese a los temores de recesión.
Las esperanzas de que la economía pueda evitar una recesión a corto plazo también se vieron reforzadas por otros informes publicados el martes, que indicaron que la reactivación del mercado inmobiliario estaba probablemente en marcha, con las ventas de viviendas nuevas alcanzando un máximo de 15 meses en mayo y los precios mensuales de casas subiendo de nuevo en abril.
Los datos optimistas, sin embargo, sugirieron que la Reserva Federal probablemente tendrá que seguir subiendo las tasas de interés para frenar la demanda en la economía en general. El banco central estadounidense, que ha elevado el costo del crédito en 500 puntos básicos desde marzo de 2022, señaló este mes que se justificaban dos subidas adicionales este año.
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«La economía estadounidense sigue desafiando las expectativas y el hecho de que lo esté haciendo sin mucho alboroto es algo positivo», dijo Jennifer Lee, economista de BMO Capital Markets en Toronto.
El Conference Board dijo que su índice de confianza del consumidor subió a 109,7 este mes, la lectura más alta desde enero de 2022, desde 102,5 en mayo. Los economistas encuestados por Reuters esperaban que el índice subiera a 104.
Los consumidores menores de 35 años y los que tienen ingresos anuales superiores a 35.000 dólares fueron los principales impulsores de la confianza este mes. No obstante, los consumidores seguían esperando una recesión en algún momento de los próximos seis a 12 meses.
Sin embargo, se mostraron más optimistas respecto al mercado laboral, con un aumento de la proporción de quienes consideran que el empleo es «abundante» y un descenso de los que afirman que es «difícil de conseguir» trabajo.
El llamado diferencial del mercado laboral de la encuesta, derivado de los datos sobre las opiniones de los encuestados acerca de si los puestos de trabajo son abundantes o difíciles de conseguir, subió a 34,4 desde 30,7 en mayo, una señal de que las condiciones del mercado laboral siguen siendo tensas pese a que las nuevas solicitudes de beneficios estatales por desempleo se sitúan en máximos de más de un año y medio.
Aunque las expectativas de ingresos disminuyeron un poco, los consumidores se mostraron en general optimistas sobre la economía familiar. Las expectativas de inflación a 12 meses cayeron al 6%, la lectura más baja desde diciembre de 2020, desde el 6,1% del mes pasado. La mejora de la confianza reflejó la encuesta de confianza de la Universidad de Michigan.
No obstante, los planes de compra de los consumidores se moderaron, con menos hogares con intención de adquirir vehículos de motor, grandes electrodomésticos y casas en los próximos seis meses. Las vacaciones tampoco estaban en la mente de muchos. Sin embargo, los economistas advirtieron que no hay una correlación estrecha entre los planes de compra y el gasto del consumidor.
Un piso para la vivienda
La racha de noticias económicas positivas se amplió con un informe separado del Departamento de Comercio que mostró que los pedidos de bienes de capital no relacionados con la defensa, excluidos los aviones, un indicador muy vigilado de los planes de gasto empresarial, aumentaron un 0,7% en mayo.
El alza de los pedidos de los llamados bienes de capital subyacentes superó con creces las expectativas de los economistas de que se mantuvieran sin cambios.
Aunque la revisión a la baja del aumento de abril, del 1,3% al 0,6%, restó algo de brillo a los datos, el gasto empresarial se mantuvo pese a las dificultades derivadas del aumento del costo de los préstamos. Los pedidos de material eléctrico, electrodomésticos y componentes, así como de maquinaria, registraron notables aumentos.
Los envíos de bienes de capital subyacentes ganaron un 0,2% en mayo, tras subir un 0,4% en abril. Los envíos de bienes de equipo no destinados a la defensa, incluidas las aeronaves, aumentaron un 3,4%. Estos bienes entran en el cálculo del gasto en bienes de equipo en la medición del Producto Interno Bruto.
El gasto empresarial en bienes de equipo ha disminuido durante dos trimestres consecutivos, la primera caída consecutiva desde 2020.
Además, el mercado inmobiliario parece haber encontrado un piso e incluso podría estar recuperándose. Un tercer informe del Departamento de Comercio mostró que las ventas de viviendas nuevas repuntaron un 12,2% a una tasa anual desestacionalizada de 763.000 unidades el mes pasado, el nivel más alto desde febrero de 2022, beneficiándose de la escasez de casas usadas disponibles para la venta.
Los economistas estimaban que las ventas de viviendas nuevas, que representan una pequeña parte de las ventas de casas del país, caerían a una tasa de 675.000 unidades, tras dispararse un 20% interanual en mayo. Las ventas de viviendas nuevas se contabilizan en el momento de la firma del contrato, lo que las convierte en un indicador adelantado del mercado inmobiliario.
Aunque estas ventas pueden ser volátiles mes a mes, se sumaron a datos de la semana pasada que mostraron que la confianza de los constructores de casas fue positiva en junio por primera vez en 11 meses. Las viviendas iniciadas aumentaron en mayo y las reventas subieron.
Un cuarto informe de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda mostró un aumento mensual de los precios del 0,7% en abril, tras subir un 0,5% en marzo. Los precios aumentaron un 3,1% en los 12 meses hasta abril, tras avanzar un 3,7% en marzo.
Reuters
