La estabilidad del tipo de cambio
José Grasso Vecchio.- Durante 2004 el tipo de cambio del bolívar con respecto al dólar, ha mantenido una estabilidad no vista en mucho tiempo. Así, entre marzo de 2024 y diciembre de 2023 el precio del dólar aumentó 2,9% en tanto que, en términos anuales, es decir comparando marzo de 2024 respecto a marzo de 2023 el alza fue de 29%. Otra referencia a tomar en cuenta es que respecto a 2022, en marzo de 2023, el tipo de cambio se incrementó 540%. Esto representa un cambio fundamental en la trayectoria de la cotización del dólar y le ha conferido un comportamiento favorable a la inflación, con una evidente tendencia a la baja. Un tipo de cambio estable es un instrumento poderoso para bajar la inflación cuando su estabilidad es creíble. En la práctica la inflación interanual en nuestro país después de muchos años y de haber transitado por la hiperinflación, se logró que la inflación interanual se volviera a colocar en 2 dígitos.
Cuando se habla del tipo de cambio hay que tener en cuenta la distinción entre el tipo de cambio nominal y el tipo de cambio real. Así, el primero de ellos es la cantidad de moneda nacional con relación al dólar u otra moneda de reserva en tanto que el tipo de cambio real hace mención al tipo de cambio nominal ajustado por las tasas de inflación nacional y la del país con el cual se establece el tipo de cambio. Para Venezuela, la medición del tipo de cambio real tendría que considerar principalmente la relación de cambio del bolívar con el dólar estadounidense y las tasas de inflación local y la de EEUU.
Así, tomando en cuenta el lapso marzo de 2024 comparado con marzo de 2023, el tipo de cambio del bolívar versus el dólar aumentó 29%, la menor en al menos diez años, la tasa de inflación anualizada en Venezuela a febrero fue 76%. Sin duda, la tasa de inflación doméstica debe seguir disminuyendo pronunciadamente para que no se genere un problema de mayor apreciación real del tipo de cambio, derivada de los diferenciales de inflación. Esa apreciación del tipo de cambio real, aunque favorable inicialmente debemos tener en cuenta, afecta la producción nacional y sesga la economía a favor del comercio y en contra de la producción de bienes exportables no petroleros porque abarata las importaciones y encarece las exportaciones.
Afortunadamente, esta senda que ha exhibido el tipo de cambio ha ocurrido en un contexto favorable del mercado petrolero internacional el cual ha sido doblemente auspicioso para Venezuela, tanto por la mayor cantidad de hidrocarburos exportada como por el alza de sus precios. De allí que, a diferencia de los años anteriores, las reservas internacionales del BCV no hayan disminuido durante 2024, a diferencia de lo ocurrido en los años anteriores, ello como resultado de las intervenciones del instituto emisor en el mercado cambiario. Por tanto, se espera una reducción de la tasa de inflación en lo que resta de 2024, que beneficiaría el poder adquisitivo de los salarios.
Como he señalado en diversas oportunidades las sanciones han terminado perjudicando a los venezolanos. Es justo y apoyo, que se logre una mayor flexibilización y eliminación de las sanciones. Las sanciones a la fecha, no han cumplido ningún propósito, aumentan las desigualdades y pobreza e impactan las migraciones de la población con los consecuentes efectos negativos en materia familiar y orden social.
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Abogado Universidad Católica Andrés Bello. Master en Derecho Comparado Southern Methodist University Dallas Texas; Advanced Management for Bankers Wharton School en Philadelphia. Inició su carrera bancaria en 1976, con más de 40 años de experiencia bancaria. Ha ocupado diversos cargos gerenciales y de dirección en importantes instituciones. Fundador y presidente ejecutivo de la Asociación Venezolana para el Síndrome de Down. Dictó clases de pregrado y postgrado en áreas de finanzas y banca en las principales Universidades del país.