Las auyamas verdes
Fernando M. Fernández.- El hurto de las 5 auyamas verdes fue exhibido en público como un éxito de la represión eficaz del delito. Este hecho sorprendente es lo que se llama un delito bagatela, insignificante, sin importancia para el Derecho Penal democrático y liberal. Pero, muy elocuente para demostrar la crisis alimentaria y moral que vive el país, debido a la más absurda política económica y la más cruel política criminal contra todo el que no se someta a la doctrina oficial. Ambas conducen a la sociedad a la menesterosidad, algo peor que la miseria y mucho más extrema que la pobreza: ¡pura supervivencia! Es la vuelta al estado de naturaleza.
Esto dice la información disponible: “GOLPE AL HAMPA: GNB CAPTURÓ A JOVEN DE 16 AÑOS POR ROBO DE CINCO AUYAMAS Y LO COLOCAN EN SU CUENTA TWITTER COMO SI SE TRATASE DE LA CAPTURA DE PABLO ESCOBAR O EL CHAPO GUZMÁN… 21 de noviembre.- Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), adscritos al Destacamento 113 de Lagunillas, estado Zulia, detuvieron este domingo a un joven de 16 años, tras haberse robado 5 auyamas de un vivero ubicado en una carretera que une a Ciudad Ojeda con Lagunillas… La noticia la dio a conocer la misma Guardia Nacional a través de su cuenta Twitter regional de Cabimas, en la cual colocaron la fotografía del hecho, al igual que hacen en casos de captura de peligrosos asaltantes, asesinos, traficantes o bandas paramilitarizadas. El mensaje fue luego borrado, al iniciarse la controversia…” (Ver. «La policía siempre es eficiente cuando se trata de los pobres. ¡Apresaron a Ruperto! GNB captura a joven de 16 años por robar cinco auyamas y a otros por robar plátanos. En: https://www.aporrea.org/actualidad/n300473.html).
El delito de hurto fue reformado en 2005 con un incremento enorme de la pena (en el artículo 453 reformado tenía una pena de seis meses a tres años de prisión). Con la reforma quedó tipificado en el Artículo 451 del Código Penal vigente con pena de prisión de un año a cinco años (el límite mínimo fue duplicado y el máximo casi lo hace también). Dispone el mismo artículo que si el valor de la cosa sustraída es inferior a una (1) Unidad Tributaria la pena será de uno a tres meses. Sin embargo, el artículo 482, ejusdem, contempla un atenuante si el daño causado es levísimo, en cuyo caso la pena se podrá reducir hasta la tercera parte. En mi concepto este debería ser el criterio jurídico aplicable. Hay quienes creen que hay un estado de necesidad y hasta propusieron que se exceptuara de responsabilidad penal el hurto famélico, con lo cual se aceptaría el estado de necesidad. Nada más demagógico y falso: lo que debe hacerse es erradicar la pobreza y cambiar la política empobrecedora, esto es, sustituir el colectivismo por la producción de riquezas con oportunidades por igual para todos. Como es sabido y notorio, en socialismo se desconoce la propiedad privada, el mal en esencia.
Pobres y ricos, clase media incluida en el medio –como toca-, sufren por igual los avatares de la pobreza, pero toca a los más pobres adolecer de menesterosidad, es decir, son lanzados a la supervivencia del estado de naturaleza: ¡sálvese quien pueda! Todos los derechos humanos de todos han sido y continuarán siendo violados por el Estado y su política económica que conduce a la hambruna organizada por la más estúpida burocracia que cree o dice creer, todavía, que el socialismo nos hará felices. El Siglo XX padeció la más extensa y prolongada plaga de la doctrina comunista que prometió la utopía, el paraíso, el hombre nuevo y la felicidad. Quienes más pagaron con su vida el desastre de la lucha de clases y la Dictadura del Proletariado fueron los pobres, masacrados por millones (solo para mencionar los casos mejor documentados: Holodomor en Ucrania y zonas vecinas con unos 7 a 10 millones de muertos por hambre: el delito era tener más de 5 espigas de trigo; Camboya durante Pol Pot y los jemeres Rojos con la tercera parte de la población: el delito era comerse los mangos de propiedad social del Estado; y China con el Gran Salto Adelante que costó la vida de 16 a 30 millones de habitantes, según las estimaciones).
El sacrificio de centenares de millones en el siglo XX causados por la teoría y práctica socialistas no fue suficiente para que los administradores del Estado venezolano aprendieran de esos errores y evitaran cometerlos. Hoy se repiten de forma inmisericorde en el país que tiene las reservas de petróleo comprobadas mayores del mundo. Qué ironía. Ninguna riqueza es suficiente para los depredadores. El petróleo no es de todos, es de los corruptos, quienes lo han administrado y se lucraron, botaron y regalaron el patrimonio público y social de todos los venezolanos.
El caso de las 5 auyamas verdes es un drama de la realidad: no habían madurado y eran muy pequeñas. Alcanzaban, quizás, para una sopa insípida. Pero, refleja la desesperación que causa el hambre, que es inducida y causada desde el Estado. Nadie más es culpable.
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Abogado experto en Derecho Penal Económico/Criminal Compliance, con amplia experiencia como asesor de empresas en prevención de delitos económicos, anti-blanqueo de activos, anti-corrupción y anti-financiamiento del terrorismo.