Más crédito para el crecimiento económico

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- Las economías modernas, se basan en la actividad crediticia para su crecimiento y expansión. Los bancos como intermediarios financieros cumplen funciones esenciales al conectar a quienes ahorran y a quienes invierten, en la medida en que canalizan los recursos depositados en las instituciones bancarias hacia la inversión y el consecuente aumento del acervo de capital de la economía, para que haya crecimiento económico sostenido, a mediano y largo plazo. Igualmente, los bancos agrupan fondos, que de otra manera individualmente estarían dispersos, para ser prestados y generar actividad económica y empleos. Para hacer posible la intermediación financiera la banca debe gestionar adecuadamente el riesgo, el cual es inherente al negocio financiero. En ese sentido, podemos decir que la banca siempre procura minimizar el riesgo del impago cuando otorga un préstamo para así poder tener liquidez para hacer frente a sus depósitos.

Es de señalar la calidad de la cartera de crédito del sistema financiero venezolano, ya que la morosidad que mide los créditos con problemas se ubicó en diciembre en 3,06% y adicionalmente con una cobertura de los créditos con problemas del 200%. Esto refleja por una parte un manejo eficiente del riesgo crediticio por parte del sector bancario y de una madurez de la clientela venezolana en el pago de sus obligaciones. Esos indicadores de calidad de crédito y provisiones se mantienen en excelentes porcentajes históricos y además, son muy buenos al compararlos con otros países.

Es a través de la banca cómo se transmiten a la economía las decisiones de política que adoptan las autoridades monetarias, para lo cual los bancos centrales usan principalmente tres instrumentos, en primer lugar, las operaciones de mercado abierto, mediante la compra de títulos valores cuando quiere expandir la liquidez y la venta de títulos cuando desea recoger liquidez, en segundo lugar la tasa de redescuento mediante la cual financia a la banca y en tercer término el coeficiente de encaje, con el cual se determina la fracción de los depósitos que la banca puede prestar.

Esa interacción refleja en el multiplicador bancario, el cual expresa para el caso de Venezuela cuántos bolívares adicionales genera la banca en forma de préstamos por cada bolívar que inyecta el BCV a la economía. De acuerdo con cifras de diciembre de 2022, el multiplicador bancario en Venezuela se situó en 1,3, en tanto que en 2021 alcanzó a 1,97, en 2010 se situó en 2,41 y durante la década de los noventa ese indicador llegó estar en un valor cercano a 4. Ello refleja la necesidad con los cuidados del caso de ir reactivando la actividad crediticia en Venezuela, ya que, la actividad crediticia en Venezuela se ha reducido hasta alcanzar el total de la cartera de crédito de la banca al cierre de 2022 la cantidad de US$ 737 millones, mayor que los US$ 315 millones de 2021 pero equivalente a aproximadamente 1,2% del PIB estimado y sin duda debe ser un porcentaje mayor.

Los resultados y los indicadores de la banca son positivos, por ejemplo, la intermediación crediticia mejoró a niveles del 27,55% pero sigue siendo baja, por lo que es una tarea pendiente en la que se debe avanzar.

Resulta fundamental incentivar el crédito bancario, el cual potenciaría el financiamiento de los actuales programas gubernamentales de apoyo a la pequeña y mediana industria. Es de señalar en el caso agrícola que a través de la llamada Cartera Productiva Única Nacional, la banca destina el 25% de la cartera de crédito para atender las necesidades de alimentación del venezolano, esto es en rubros como: el maíz blanco y amarillo, arroz y leguminosas. Actualmente se continúa trabajando en los créditos a empresas pequeñas a través de la figura del microcrédito y ahora se atienden a personas naturales a través de los créditos para emprendedores, en estas áreas existe un alto potencial. Con ello se abriría facilidades adicionales, para el financiamiento a las pequeñas, medianas y grandes empresas. Todos abogamos por una expansión económica, más empleo y mejores salarios y para ello es esencial aumentar la actividad crediticia, pero hacerlo de manera ordenada y en forma progresiva, en la medida en que se logre mayor estabilidad de las variables macroeconómicas como vía para evitar distorsiones.

 

@josegrasso

 



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