La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dio a conocer dos nuevos informes sobre la situación de las remesas en Bélgica y el impacto que tienen los altos costos de las transacciones sobre los flujos de las mismas y sobre los resultados para el desarrollo en 21 países.
En Bélgica, en donde un tercio de la población es migrante, más de 7 mil millones de dólares (o 6 mil 500 millones de euros) en concepto de remesas fueron enviados en 2023. Pero los costos de tales transacciones siguen siendo elevados, indica una nota publicada en el portal web de la OIM.
Estas conclusiones fueron presentadas en la primera Cumbre Nacional de Remesas de la OIM en Bruselas, realizada el 14 de junio, justo antes del Día Internacional de las Remesas Familiares que se conmemora el 16 de junio.
También puede leer: Migración Colombia: cifra de migrantes venezolanos se redujo 0,41%
“Los migrantes con frecuencia deben lidiar con los altos costos de las transacciones cuando desean ayudar a sus familias o comunidades en sus países de origen enviándoles una parte de lo que ellos ganan”, declaró Marise Habib, Jefa de Misión de la OIM Bélgica y Luxemburgo.
“Según investigaciones de la OIM el costo promedio de las transacciones desde Bélgica a 21 países se calcula actualmente en un 4,3%, un porcentaje muy alto si tenemos en cuenta el Objetivo de Desarrollo Sostenible que habla de reducir los costos de transacción de las remesas de las personas migrantes a menos del 3%”.
“Nuestros datos permiten una mejor comprensión de las complejidades que hacen que los costos sean más elevados y el modo de abordarlas”, dijo Habib.
Reducción del 1% llevaría a un aumento de hasta 1.078% en las remesas
Según los informes una reducción del 1% en los costos de transacción llevaría a un aumento en las remesas de hasta un 1.078%, lo cual pone de relieve el potencial de las medidas que buscan reducir los costos. Bajar las comisiones que se cobran sobre las remesas enviadas a países que están atravesando crisis humanitarias por ejemplo, permitiría que tanto los migrantes como la diáspora enviaran mayor cantidad de fondos a las comunidades que tanto necesitan ese dinero.
Los estudios indican también que las remesas en efectivo son, en promedio, un 51% más caras que las remesas digitales. Por otro lado los operadores físicos de transferencias dinerarias son también más onerosos (en un porcentaje del 83%) que los operadores en línea. Estos hallazgos ponen de relieve la importancia de la inclusión digital y financiera de los migrantes, y la necesidad de que haya una mayor transparencia en los costos de las remesas.
Lea la nota completa aquí.