El peso está lejos de volver a niveles tan bajos frente al dólar. Desde las elecciones para la presidencia, en las cuales Claudia Sheinbaum resultó ganadora, la moneda mexicana se ha depreciado y la última sacudida fue el 5 de agosto con el «lunes negro», pero los analistas esperan más volatilidad.
El tipo de cambio cerró este miércoles en 19,28 pesos por dólar, no obstante, algunos analistas prevén que llegue a 21 pesos, y otros lo ubican entre los 18,50 y 20 pesos, indica un trabajo periodístico publicado por Expansión.
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La moneda mexicana llegó a situarse en niveles de 16 pesos por dólar, hecho que fue muy presumido en su momento por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para analistas, este reajuste en el tipo de cambio sí se apega más a una «realidad», puesto que había una consideración de que el peso estaba sobrevalorado.
«Si se considera el entorno en el cual está México en el diferencial de tasas, la aversión global al riesgo, el tipo de moneda que representa, el peso mexicano en términos de toda la canasta de monedas es pequeña; si se ponderan todos estos factores, se puede decir que es más realista que el tipo de cambio esté en el nivel actual que si estuviera en 16 o 17 (pesos)», dijo Iván Franco, director de la consultora Triplethree Internacional.
Aunque Franco también pone en entredicho la etiqueta «realista», pues es complejo, porque había muchas cuestiones multifactoriales que determinan el tipo de cambio.
«No hay un nivel óptimo como tal, porque es una una variable de mercado que está sujeta a la oferta y la demanda, y es a su vez subyacente a toda la política económica y monetaria, no solamente de México, sino más bien global», apuntó Franco.
Jannet Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex, consideró que no hay algún parámetro que indique si la cotización es justa o no.
«Más bien corresponde, digamos, a la oferta y la demanda del mercado, considerando que el tipo de cambio que tenemos en México es de libre flotación», comentó Quiroz Zamora.
Sin embargo, sí considera que el tipo de cambio real que se calcula a través del diferencial de inflación, en este caso en Estados Unidos y México, se veía que estaba un tanto sobrevaluado «de acuerdo con ese nivel teórico».
Pero las cosas se alinearon para México para que fuera atractivo.
«De alguna manera aumentó la demanda por pesos mexicanos y ante ello vimos que sí se encareció su precio y de ahí que tocáramos niveles mínimos históricos cerca de los 16,50 pesos por dólar», señala.
Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latinoamérica, apuntó que era muy difícil mantenerse en ese nivel de 16,50 pesos.
«Ya veíamos un piso importante para que cualquier acontecimiento hiciera que nuevamente volviera a dirigirse a los niveles de 20 pesos», a su parecer también se veía un precio sobrevalorado, pero no artificial», dijo.
Agregó que de aquí a que terminen las elecciones de Estados Unidos y se dé la transición del gobierno mexicano, se espera más volatilidad en el peso, y se proyecta que oscile entre los 19 y 20 pesos.
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