Reflexiones sobre el anuncio del presidente de Argentina, Javier Milei, ante un posible cierre del Banco Central, por José Grasso Vecchio 

José Grasso Vecchio

Sobre el cierre del Banco Central de Argentina, es bueno comentar que esa solución a los problemas económicos no existe, no existen fórmulas mágicas, ni milagrosas.

En Argentina tuvieron la experiencia de la caja de conversión y aun así el endeudamiento y el problema cambiario hizo que ese modelo fracasara rotundamente.

Pudiéramos decir que una caja de conversión es una dolarización, pero es que tampoco la dolarización ha resuelto los problemas de ninguna economía.

En esas soluciones extremas, se termina abdicando de la emisión, es decir, es hacer que la reserva federal de los Estados Unidos se ocupe de tus asuntos monetarios.

Cuando un país se dolariza no puede usar la política monetaria para enfrentar problemas, supongamos, un desastre natural, si el país está dolarizado no puede aplicar una política monetaria contra cíclica para ayudar a la economía como pudimos y pudieron hacer muchos países actuando durante la pandemia. La solución va por el camino de tener una buena gestión fiscal y monetaria.

Otro argumento a favor de que los Bancos Centrales siempre tienen que existir, es que de llegar a requerir préstamos de última instancia para atender un problema bancario, no tienes como hacerlo.

Sin dudas en el caso argentino esa promesa electoral de eliminar el banco central no tienen como implementarla y menos en el corto plazo, ya que no cuenta con la reserva para hacerlo y de lograrlo se llevaría mucho tiempo. El FMI no le va a dar recursos solo para eso y los fondos que requeriría son muy elevados. Al final de llevarse a la práctica sería un fracaso.

En cualquier economía se necesita un banco central que maneje el flujo de reservas y actúe como una especie de cámara de compensación de divisas, si, por ejemplo, por razones comerciales no tienes flujo de capitales, tendrías que subir las tasas de interés para atraer capitales, de allí de nuevo necesitas un equivalente a un banco central, que a su vez cumple una serie de funciones como la de centralizar flujos de divisas, respaldo de riquezas del estado y poder atender crisis, salvo Panamá no existen casos de dolarizar o crear una caja de conversión cerrando su banco central, este fue un caso particular que podemos comentar en otra oportunidad. Cerrar un banco central o su equivalente no tiene ningún sentido.