A pesar de los desafíos que representan la inestabilidad económica, la migración de talento joven o las nuevas tecnologías digitales, la profesora Yleana Corredor, directora de los programas de postgrado en Gerencia de Talento Humano y Relaciones Industriales de la UCAB, sostiene que estas circunstancias suponen oportunidades significativas para la adaptación y reconfirguración de las relaciones y metodología de trabajo en las organizaciones, lo que, por ende, demanda el ajuste de las estrategias de acción de quienes tienen a su cargo el manejo de las políticas laborales.
Corredor compartió su visión sobre las tendencias en esta materia, a propósito de su designación en octubre como presidenta de la Federación Interamericana de Asociaciones de Gestión Humana (FIDAGH), ente dedicado a fomentar el desarrollo y la integración de profesionales del área en la región, a través del establecimiento de redes y oportunidades de «formación con actualidad para los mismos integrantes de las asociaciones», según se lee en la página informativa.
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Hablando sobre el contexto actual en materia laboral, la experta subrayó que, a raíz de la creciente inestabilidad económica y la migración de talento joven, las organizaciones se han visto impulsadas a desarrollar políticas de flexibilización y adaptación en las relaciones de trabajo, publicó El Ucabista.
Afirmó que esta situación ha llevado a las empresas a «ser más transparentes con sus colaboradores» y ha fomentado una mayor madurez profesional de los responsables del área, obligando a los líderes organizacionales a ser creativos en la compensación y reconocimiento de sus equipos de trabajo.
«Desde el punto de vista de compensación, las empresas dependen del flujo de caja que puedan tener para poder honrar sus compromisos. Por eso, han pasado también a tener esquemas quizás no remunerativos desde el punto de vista monetario, pero sí desde el punto de vista de los intangibles. En ese sentido ves opciones distintas para poder ayudar a aliviar estas presiones y comienzan a surgir apoyos que en su momento habían desaparecido, como es el caso de las oportunidades de desarrollo profesional y flexibilidad laboral», puntualizó.
Actitud resiliente anticipatoria
En cuanto a los desafíos que enfrenta la gerencia de recursos humanos en el país, Corredor apuntó que es necesario abordarlos desde una perspectiva de corto plazo, dado el contexto cambiante, lo cual exige adoptar una «actitud resiliente y anticipatoria«. Agregó que las organizaciones tienen la responsabilidad de acompañar a sus empleados, actuando como una «red de soporte» no solo desde el punto de visto económico, sino personal, para «escuchar lo que el colaborador tiene que decir y a partir de eso actuar».
La profesora enfatizó en el papel fundamental que tienen los líderes de las empresas, quienes deben ser los verdaderos protagonistas en la facilitación de procesos.
«Yo creo que también nosotros como venezolanos vivimos momentos de mucho estrés y momentos de mucha incertidumbre. Y el poder acompañar en esos procesos de incertidumbre a nuestros colaboradores y a nuestros empleados también es muy importante. Es un desafío que no es sencillo. Siempre ha sido importante acompañar, pero en este momento ser soporte económico y emocional es más importante. También se trata de generar optimismo en un momento determinado. Pero tienes que estar allí y actuar como un engranaje para que el proceso sea más fluido. Ese es el rol que tiene el área de talento humano, ser el engranaje que haga que las cosas fluyan», aseveró.
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