Las ventas de casas existentes en Estados Unidos cayeron un 2,0% el mes pasado a una tasa anual desestacionalizada de 3,96 millones de unidades, el nivel más bajo desde octubre de 2010, dijo este jueves la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado una caída a una tasa de 3,89 millones de unidades.
Se contabilizan al cierre de un contrato y las ventas del mes pasado probablemente reflejaron los contratos firmados en agosto, cuando la tasa de la popular hipoteca fija a 30 años se disparó por sobre el 7%.
Las reventas de casas, que representan una gran parte de las ventas de viviendas en Estados Unidos, disminuyeron un 15,4% interanual en septiembre.
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«Como ha sucedido a lo largo de este año, la escasez de existencias y la baja asequibilidad de la vivienda siguen dificultando las ventas», dijo Lawrence Yun, economista jefe de la NAR. «Las tasas hipotecarias más altas están dificultando realmente la actividad».
El mercado de viviendas de segunda mano había dado muestras de estabilizarse en niveles más bajos.
Es probable que las ventas se desplomen aún más, ya que un informe de la Asociación de Banqueros Hipotecarios del miércoles muestra que las solicitudes de préstamos para la compra de una vivienda cayeron la semana pasada a niveles vistos por última vez en 1995, mientras que la tasa de interés promedio de contrato de una hipoteca a tipo fijo a 30 años subió 3 puntos básicos, al 7,70%, el más alto desde noviembre de 2000.
Las tasas hipotecarias han subido a la par que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que alcanzó su nivel más alto en 16 años, sobre todo por las expectativas de que la Reserva Federal mantenga el costo del crédito más alto por más tiempo en respuesta a la resistencia de la economía. Desde marzo de 2022, la Fed ha subido su tasa de interés de referencia a un día en 525 puntos básicos, al rango actual de entre 5,25% y 5,50%.
El mes pasado había 1,13 millones de viviendas de segunda mano en el mercado, un 8,1% menos que hace un año. Al ritmo de ventas de septiembre, se necesitarían 3,4 meses para agotar el inventario actual de casas usadas, frente a los 3,2 meses de hace un año.
Una oferta de entre cuatro y siete meses se considera un equilibrio saludable entre la oferta y la demanda. El precio promedio de la vivienda existente aumentó un 2,8% con respecto al año anterior, hasta 394.300 dólares, el más alto registrado en un mes de septiembre.
Reuters
