Las ventas de viviendas unifamiliares nuevas en Estados Unidos cayeron más de lo esperado en octubre, probablemente porque el aumento de las tasas hipotecarias redujo la asequibilidad, pero el segmento de la vivienda sigue apoyado por una persistente escasez de propiedades de segunda mano en el mercado.
Las ventas de viviendas nuevas retrocedieron un 5,6% el mes pasado, a una tasa anual desestacionalizada de 679.000 unidades, según informó este lunes el Departamento de Comercio. El ritmo de ventas de septiembre se revisó a la baja, a 719.000 unidades, frente a las 759.000 registradas con anterioridad.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que las ventas de viviendas nuevas caerían a una tasa de 723.000 unidades. Este ítem se contabiliza en el momento de la firma de un contrato, lo que las convierte en un indicador adelantado del mercado inmobiliario. Sin embargo, pueden ser volátiles mes a mes. Las ventas crecieron un 17,7% interanual en octubre.
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Según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por sus siglas en inglés), que la semana pasada dijo que las reventas de viviendas cayeron en octubre a su nivel más bajo en 13 años, el stock de viviendas de segunda mano en el mercado está casi un 50% por debajo del nivel anterior a la pandemia. La mayoría de los propietarios tienen tasas hipotecarias por debajo del 3%, lo que hace que muchos sean reacios a vender, impulsando la demanda de nuevas construcciones.
La tasa de la popular hipoteca a tipo fijo a 30 años subió a una media del 7,79% a finales de octubre, su máximo desde noviembre de 2000, según datos de la agencia de financiación hipotecaria Freddie Mac. Las tasas hipotecarias se dispararon cuando la Reserva Federal subió de manera agresiva las tasas de interés para luchar contra la inflación.
Desde entonces, la hipoteca a tasa fija a 30 años ha bajado y la semana pasada se situó en un 7,29% de media, al hilo de la caída del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, en medio de las esperanzas de que la Fed no suba más las tasas y empiece a relajar su política monetaria a mediados de 2024.
«Las alzas de la Fed no están teniendo el efecto deseado porque los hogares han bloqueado los bajos niveles de las tasas hipotecarias durante la pandemia», afirmó Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management en Nueva York.
La fuerte demanda de obra nueva hizo que la inversión residencial repuntara en el tercer trimestre tras contraerse durante nueve trimestres seguidos. La economía creció a una tasa anualizada del 4,9% en el trimestre julio-septiembre.
Reuters
