Análisis: acuerdos petroleros, el interés mutuo entre Venezuela y empresas internacionales

Bonos Pdvsa
Foto: referencial

El interés de Venezuela en los recursos de empresas energéticas internacionales y el de estas en el petróleo y gas venezolanos quedaron de manifiesto luego de que EE.UU. flexibilizó sus sanciones a Caracas, que desde entonces firmó acuerdos con, al menos, cuatro compañías extranjeras, y evalúa cooperar con otra.

El 18 de diciembre, dos meses después de que EE.UU. anunciara la flexibilización, la estatal venezolana PDVSA suscribió un convenio con la multinacional española Repsol y los días siguientes hizo lo propio con la Refinería di Korsou (Rdk) de Curazao y con la Compañía Nacional de Gas de Trinidad y Tobago.

Estas empresas se sumaron a la francesa Maurel & Prom, con la que PDVSA acordó en noviembre reactivar una empresa mixta.

Además, India anunció que comprará crudo de Venezuela, que en 2020 fue el tercer mayor proveedor petrolero del país asiático, a la vez que PDVSA estudia establecer una cooperación con la estatal mexicana Pemex.

La necesidad internacional

El economista Luis Vicente León dijo a EFE que la «hiperamplia» flexibilización, que «permite que Venezuela pueda exportar» y «cobrar petróleo y gas» en «cualquier parte del mundo», si bien supone «una ventaja» para el Gobierno de Nicolás Maduro, también una «ganancia» para EE.UU. y «Occidente completo», ante la «necesidad energética» mundial a causa del actual «conflicto geopolítico».

«Hoy hay necesidad de petróleo, hoy hay necesidad de gas. A pesar de que uno pudiera proyectar que, en los próximos años o décadas, el petróleo va a perder importancia como suministro energético, (…) hoy todavía cerca del 80% de todo el suministro energético sigue siendo fósil«, aseguró.

Y esa energía, prosiguió, «está en países incómodos», entre ellos -señaló- la misma Venezuela.

A su juicio, empresas extranjeras no solo «quieren producir» en la nación suramericana, sino que, además, «estarían encantadas de que el resto» de las compañías «se demoren» para ellas poder «establecer acuerdos con PDVSA» y «producir la mayor cantidad de campos» y «colonizar los espacios».

La necesidad venezolana

León, presidente de la encuestadora Datanálisis, afirmó que Venezuela «necesita inversión para recuperar su industria petrolera», que está «muy deteriorada», con una «capacidad productiva debilitada», rezago tecnológico y falta de talento humano por la migración.

Sin embargo, aseguró el experto, PDVSA «no tiene los recursos suficientes» para ello, y sus «necesidades financieras» son «muy grandes».

Pero ahora, el país, cuya principal fuente de ingresos es el petróleo, «va a mejorar su flujo de caja» a través del pago de impuestos, dividendos y ventajas por parte de las energéticas extranjeras, que tienen la participación minoritaria en las empresas mixtas con PDVSA.

Además, la estatal venezolana, que exporta «de manera directa» entre 200.000 y 300.000 barriles por día (bpd), según cálculos de León, podrá vender su crudo a precios de mercado y no con descuentos, que eran de un «40%».

¿Levantamiento temporal?

La flexibilización de sanciones vence en abril, según los términos de EE.UU., que ha amenazado con retomarlas si María Corina Machado, candidata de la principal coalición opositora a las presidenciales de 2024, sigue inhabilitada para competir por cargos de elección popular, y si Venezuela no libera a los «presos políticos», un asunto sobre el que se avanzó este mes.

El Gobierno excarceló a una treintena de personas, entre ellas 10 estadounidenses, a cambio de la libertad del empresario colombiano Alex Saab, estrecho colaborador de Maduro que se encontraba preso en Miami, acusado de conspiración para lavado de dinero.

Sin embargo, el economista y experto en materia petrolera Luis Oliveros, según dijo a EFE, ve «bastante difícil» que las sanciones sean restituidas.

«Las probabilidades de que vuelvan las sanciones son bastante bajas. (…) A su manera, a su ritmo, a su estilo, el Gobierno de Maduro ha estado cumpliendo con lo que dicen los acuerdos», aseguró el experto.

Según analistas, las liberaciones y la flexibilización de sanciones, además de un reciente acuerdo para vuelos de deportación, se enmarcan en un «proceso de negociación» entre ambos países, sin relaciones desde 2019.

El pasado 20 de diciembre, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que Maduro «sigue adelante» con su compromiso para que se celebren elecciones «libres».

Entre las razones que pueden favorecer la extensión del levantamiento de sanciones, Oliveros señaló la necesidad mundial de petróleo, cuyas mayores reservas están en Venezuela, y las deudas que esta nación tiene con empresas como la estadounidense Chevron, que retomó operaciones en este país a finales de 2022, y Repsol, entre otras.

EFE