Apuntes de una Cuarentena: A propósito de la circular del Banco Central de Venezuela

Luis Gerardo GarcíaLuis Gerardo García.- En el mundo de noticias y de negocios hay una técnica de manejo de información de larga data. En inglés se llama “Friday News Dump”, qué podríamos traducir como “Vertedero de Noticias de un viernes”. Esta práctica consiste en liberar noticias que pudieran tener un impacto negativo de importancia un viernes en la noche. Como usualmente el público en general no lee noticias los sábados, la práctica se basa en la expectativa de que estas noticias pasen desapercibidas y no generen un impacto negativo en quien libera las mismas.

Quizás pensando en ello, el Banco Central de Venezuela emitió este viernes 9 de octubre una circular donde se suspende la negociación directa de dólares depositados en custodia de los bancos nacionales. En otras palabras, el BCV prohíbe que los fondos depositados en dólares en los bancos nacionales sean directamente transferidos entre particulares, siendo que la norma exige la intermediación de un banco corresponsal ubicado en el extranjero. La circular también reitera que el BCV no ha autorizado proveedores de pago no bancarios, con lo que coloca en un limbo todas esas soluciones de pago que con nombres pegajosos han proliferado para agarrar una parte de la torta de medios de pago locales.

Somos de la opinión de que el proceso de dolarización que vive el país ha sido caótico, pero es indetenible. Entendiendo esto, la circular que emitió el BCV la semana pasada cobra sentido al verla bajo un prisma de poner orden en un mercado que estaba empezando a alcanzar cuantías relevantes. En estos casos, sin embargo, es importante la forma y el fondo: aunque es lógico esperar una regulación prudencial, la forma como se anunció la antedicha suspensión ha puesto nervioso a un consumidor que, en veinticinco años, ha pasado por dos crisis bancarias (1994 y 2010) y una crisis de mercado de valores (2010) de alto costo e ingrata recordación. Podría, entonces, suponerse que el BCV y la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario están trabajando en una regulación que apunte a la protección del consumidor final, tomando en consideración la inversión (de cuantía, vista la situación económica causada por el COVID-19) orientada a una plataforma de medios de pago en moneda extranjera que ha hecho la banca y entendiendo que facilitar los medios de pago redunda en una dinamización de la economía, doblemente importante en estos tiempos de pandemia.

Por otra parte, el desarrollo de nuevas tecnologías hace que los conceptos de proveedores de pago no bancarios se vuelvan difusos, toda vez que los medios de pago han evolucionado hacia soluciones de pago apalancadas en teléfonos celulares (como Apple Pay y Google Pay), en aplicaciones de celulares (AliPay o Whatsapp Pay), o plataformas de compensación y pago como MercadoPago. En este sentido, el regulador haría bien en analizar la regulación que han implantado en países como Colombia, y aplicar medidas similares. Al igual que en el tema cambiario, no se trata de coartar iniciativas que faciliten el pago ni prohibir el avance tecnológico, sino de implantar regulaciones sensatas que fomenten la sana competencia y transmitan confianza y protección al consumidor.

 

@VzlanaF

 

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