Argentina inauguró este domingo la primera etapa de un gasoducto troncal que llevará gas natural desde la formación patagónica Vaca Muerta hasta el sur de la provincia de Santa Fe, una obra con la que el país pretende revertir un importante déficit de balanza energética.
Argentina confía en el desarrollo masivo de Vaca Muerta, una formación del tamaño de Bélgica ubicada en la Patagonia que cuenta con la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo, para incrementar su producción de hidrocarburos y dejar de depender de importaciones energéticas que afectan sus cuentas fiscales.
La tercera economía de Latinoamérica, cuyo banco central viene sufriendo una caída importante de sus reservas de divisas, registró en 2022 un déficit en la balanza comercial energética de 5.000 millones de dólares debido a la necesidad de importar energía para los meses de mayor consumo.
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Con la conclusión de la primera etapa del gasoducto, que nace en la provincia de Neuquén, se suman 11 millones de metros cúbicos de gas por día, que se duplicarán cuando se instalen las plantas compresoras en Tratayén, en la provincia de Neuquén, y en Salliqueló, en el oeste de la provincia de Buenos Aires.
«Esta obra (…) es un principio de cambio en la matriz económica y energética de la Argentina», dijo en el acto de inauguración del gasoducto el ministro de Economía, Sergio Massa, agregando que «ya no vamos a importar gas en barcos porque vamos a usar el gas de nuestro subsuelo».
En tanto, el presidente de la energética estatal Energía Argentina, Agustín Gerez, dijo a periodistas tras el acto que el llamado a licitación del segundo tramo del gasoducto sería hecho en septiembre y que este estaría terminado entre marzo y abril del 2024.
Cuando se concluya la segunda etapa del gasoducto al llegar a San Jerónimo, en Santa Fe, se incrementará la capacidad de transporte en 44 millones de metros cúbicos por día, una mejora importante que permitirá reemplazar con gas propio las importaciones de gasoil y gas natural licuado (GNL).
Con la puesta en funcionamiento del gasoducto, el país espera llegar a un equilibrio en la balanza energética en 2024 y a un superávit de unos 12.000 millones de dólares en 2025, según estimaciones oficiales.
«Gracias al gasoducto se podrán ahorrar más de 4.200 millones de dólares al año por sustitución de importación de combustibles», dijo una fuente de la Secretaría de Energía.
El 20 de junio comenzó el proceso de llenado del gasoducto en Tratayén y continuó de forma escalonada por tramos hasta llegar a los 573 kilómetros de extensión en Salliqueló. En la obra, que generó 10.000 puestos de trabajo directo, se utilizaron más de 47.700 caños de acero de 12 metros de largo.
En mayo, la producción de gas en Vaca Muerta subió al récord de 57,3 millones de metros cúbicos diarios, informó el mes pasado el Gobierno argentino.
«Uno hoy cuando abre la válvula puede pensar en el futuro de Vaca Muerta y el desarrollo del complejo hidrocarburífero argentino«, dijo Massa, que es el amplio favorito para ganar las primarias de agosto de la coalición peronista gobernante, con miras para las comicios presidenciales de octubre.
La elección será difícil para Massa, que se enfrentará a la competitiva coalición opositora de centroderecha Juntos por el Cambio en medio de un difícil contexto económico, con una inflación muy por encima del 100% anual.
Reuters