El Banco Central de Rusia (BCR) mantuvo este viernes por sexta vez consecutiva la tasa de interés en el 7,5%, tal y como estaba previsto, si bien se mostró abierto a incrementarlo en sus próximas reuniones dado el aumento gradual de las presiones inflacionarias.
«Debido al aumento gradual de las presiones inflacionarias, el Banco de Rusia mantiene abierta la posibilidad de aumentar la tasa de referencia en sus próximas reuniones para estabilizar la inflación cerca del 4% en 2024 y más adelante», indicó la entidad monetaria en un comunicado tras un consejo ordinario de los directores.
La gobernadora del BCR, Elvira Nabiúllina, señaló en rueda de prensa que la probabilidad de aumentar la tasa de interés ha aumentado desde la última reunión del directorio del banco.
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En mayo los precios al consumidor habían aumentado un 2,6% interanual frente al incremento del 2,3% en abril.
La institución reguladora señaló que el crecimiento actual de los precios sigue avanzando y las expectativas de inflación de los hogares y de las empresas siguen siendo altas.
La actividad económica «está aumentando más rápido de lo que presuponía el pronóstico de abril» del Banco de Rusia, lo que en gran medida refleja un fuerte repunte de la demanda interna, añadió.
El BCR revisó entonces ya al alza sus previsiones de crecimiento para la economía rusa para este año, al augurar un avance del PIB de entre un 0,5% y un 2%.
Para el próximo ejercicio prevé un incremento de entre el 0,5% y del 2,5% del PIB.
Nabiúllina prevé que la economía rusa vuelva al nivel anterior a la crisis -por el mayor gasto en defensa y el impacto de las sanciones occidentales a Rusia por su guerra en Ucrania- en 2024.
El Banco de Rusia señaló que la aceleración del gasto fiscal, el deterioro del comercio exterior y la históricamente baja tasa de desempleo «siguen siendo factores de riesgo proinflacionarios».
«El balance general de los riesgos de inflación se ha inclinado aún más al alza», sentenció el BCR.
Según la previsión de la entidad monetaria rusa, la inflación anual se situará entre el 4,5% y el 6,5% en 2023 para volver al 4% en 2024.
En cuanto a la economía, el BCR señaló que pese a que evoluciona mejor de lo previsto -aún está en recesión con una caída del 1,9% en el primer trimestre-, «su capacidad actual para expandir la producción está cada vez más limitada» por la escasez de mano de obra debido a la movilización parcial decretada en septiembre pasado.
A la vez la estructura de la demanda agregada continúa cambiando debido a la transformación de la economía rusa por la guerra con su reorientación a nuevos mercados y el reemplazo cada vez mayor de la demanda externa por la interna, indicó.
La próxima reunión del Banco de Rusia para fijar la tasa de interés se celebrará el próximo 21 de julio, cuando además publicará sus nuevas previsiones macroeconómicas.
EFE