El desarrollo social y económico de América Latina y el Caribe sigue estando fuertemente lastrado por la delincuencia y la violencia, según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Los costos directos de la delincuencia y la violencia en América Latina alcanzaron el 3,44% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región en 2022, cifra prácticamente igual a la de un estudio anterior del BID publicado en 2017.
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“Nuestro estudio muestra que el crimen es una carga importante para nuestras sociedades y nuestro desarrollo económico. Limita el crecimiento, impulsa la desigualdad y desvía la inversión privada y pública. Debemos unirnos y redoblar los esfuerzos para cambiar esa realidad”, dijo Ilan Goldfajn, presidente del BID.
“La evidencia muestra que la prevención focalizada y los sistemas de seguridad y justicia efectivos son clave para un cambio duradero. La experiencia práctica del BID trabajando con los países muestra que podemos mitigar el impacto del crimen. Estamos ampliando nuestro impacto en esta área estableciendo una Alianza Regional para la Seguridad, la Justicia y el Desarrollo”, concluyó.
El estudio “ Los costos del crimen y la violencia: ampliación y actualización de estimaciones para América Latina y el Caribe ” calcula el costo directo del crimen en tres rubros: pérdida de capital humano (costos de tiempo productivo perdido como resultado de delitos no letales, homicidios y encarcelamientos), gasto en mitigación del crimen por parte de las empresas y gasto público en prevención del crimen y justicia penal, publicó el BID en su página web.
En 2022, los gastos en seguridad de las empresas privadas representaron el 47% del costo total del crimen, mientras que el gasto estatal en prevención del crimen representó el 31% y la pérdida de capital humano el 22%.
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