El brazo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), BID Invest, se trazó este viernes el objetivo de duplicar su número de inversores en América Latina y el Caribe e hizo un alegato al sector privado para incrementar su presencia en la región.
El gerente general de BID Invest, James Scriven, apuntó en el foro empresarial organizado en el marco de las reuniones anuales de los dos organismos, que se clausuran el domingo en Santiago de Chile, que en los últimos años han captado la participación de unos 260 inversores o coinversores.
«Hemos mapeado ya a 500 inversionistas que están dispuestos o pueden invertir en América Latina y el Caribe y no pararemos hasta que esos 263 se conviertan en 500», sostuvo el representante del BID Invest.
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El presidente del BID, Ilan Goldfajn, apuntó en ese mismo foro que «el papel del sector privado en el desarrollo no es solo una estrategia económica ni táctica, sino un interés común que une a la región, impulsando la creación de empleo».
«Fortalecerá las industrias, mejorará la competitividad y beneficiará tanto a empresas, trabajadores como a comunidades», dijo el economista brasileño.
El BID destaca que el déficit en la financiación necesaria para alcanzar metas de desarrollo sostenible en los mercados emergentes se sitúa en 4,2 billones de dólares. En la región se necesita invertir 2,2 billones en infraestructura en los próximos cinco años para lograr esas metas.
Al mismo tiempo, según la institución interamericana, hay casi 53 billones de dólares de activos financieros globales que podrían ser parte de estas inversiones.
«Pero el dinero no es suficiente. Los inversores necesitan más que nuestra financiación. Necesitan las condiciones adecuadas para prosperar. Es fundamental crear un entorno propicio para que movilicen recursos», recalcó Goldfajn.
El BID financia unos 4.500 millones de dólares por año en adquisiciones de bienes y servicios para proyectos, lo que genera más de 12.000 contratos. Las empresas de la región, según apuntó, pueden competir por estos contratos en sectores como salud, agua, energía, transporte, agricultura e infraestructura digital.
Con información de EFE.