Buenas noticias de la economía mundial
José Grasso Vecchio.- Finalizada la reunión anual de otoño del FMI la conclusión es auspiciosa: la batalla contra la inflación se ha ganado evitando la recesión. Esto no es cualquier cosa porque se ha logrado bajar la tasa de inflación mundial de 9,4% en 2022 hasta un estimado de 5% en 2024 y una proyección de 3,2% para 2025. La inflación ya no parece ser una preocupación en Estados Unidos y la Unión Europea con tasas rondando el 2% y mucho menos en China donde el tema más bien parece ser ciertos indicios de deflación.
Es notable que esa baja de la inflación a niveles cercanos a la meta oficial de los bancos centrales haya ocurrido en un contexto en el cual se ha mantenido el crecimiento económico lo que demuestra el aprendizaje y la experticia de las autoridades monetarias para lidiar con la inflación. Pero a diferencia de los años ochenta, donde la reducción de la inflación se hizo a un elevado costo en términos de actividad económica y pérdida de empleo, en esta ocasión eso no ocurrió, al menos en EEUU donde se mantiene el pleno empleo y en la misma Unión Europea, con contadas excepciones como Alemania.
El manejo de la política monetaria mediante alza de las tasas de interés y otras medidas adicionales surtió el efecto esperado y ahora, estabilizada la situación, llegó la hora de disminuciones de tasas lo cual han venido haciendo los bancos centrales. Claramente, la solución de los cuellos de botellas en las cadenas de suministros luego de la pandemia de Covid 19 contribuyó a potenciar el efecto anti inflacionario de la política monetaria, en un entorno donde la política fiscal ha sido más bien expansiva. Ello refleja cambios importantes en el funcionamiento de las economías desarrolladas.
La baja de las tasas de interés son indudablemente beneficiosas, en primer porque van a reanimar el crédito y con ello la demanda y también van a ayudar a las economías emergentes porque sus monedas no se seguirán devaluando respecto al dólar y por el alivio a la carga de la deuda para quienes mantienen deudas a tasas variables.
No obstante, lo anterior, el peligro no ha pasado por la situación de conflicto en el Medio Oriente que hasta ahora afortunadamente no ha escalado involucrando a otros países de la región.
Así las cosas, la preocupación de los organismos multilaterales pasó a ser el crecimiento de la economía y en ese aspecto el FMI estima un 3,2% para 2024 y 2025 con la preocupación por el comportamiento de los países de bajos ingresos. Advierte el FMI sobre la situación en China donde las tasas de crecimiento de dos dígitos son asuntos del pasado y la economía pareciera estar reordenándose a tasas de crecimiento alrededor de 3,5% a 4%. Otro elemento que igualmente mantiene alerta a las autoridades es el débil crecimiento de América Latina, donde sus dos motores más importantes, Brasil y México tienen problemas para comenzar un ciclo sólido de expansión.
Finalmente, los niveles de deuda en EEUU y China están llamando la atención por lo elevado. Favorablemente la disminución de las tasas de interés representará un paliativo, pero no lo solución, la cual vendría con un crecimiento sostenido y con una contención del gasto tras los significativos aumentos durante y posteriormente a la pandemia. Las reformas fiscales actualmente lucen poco probables porque implican acuerdos políticos difíciles de alcanzar.
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Abogado Universidad Católica Andrés Bello. Master en Derecho Comparado Southern Methodist University Dallas Texas; Advanced Management for Bankers Wharton School en Philadelphia. Inició su carrera bancaria en 1976, con más de 40 años de experiencia bancaria. Ha ocupado diversos cargos gerenciales y de dirección en importantes instituciones. Fundador y presidente ejecutivo de la Asociación Venezolana para el Síndrome de Down. Dictó clases de pregrado y postgrado en áreas de finanzas y banca en las principales Universidades del país.