El proyecto petrolero de ExxonMobil Corp. frente a Guyana, que un ejecutivo una vez elogió como un descubrimiento de “cuento de hadas”, pasó a convertirse en una situación inquietante.
Según el líder del equipo de Energía de las Américas de Bloomberg, Joe Ryan, en los últimos días, el presidente Nicolás Maduro, ha tomado una serie de decisiones que reavivan la disputa fronteriza con Guyana. El área incluye aguas cercanas a los preciados bloques de producción de Exxon en el Atlántico.
Este 3 de diciembre, el Gobierno venezolano organizó un referéndum en el que los ciudadanos coincidieron en que Venezuela tiene un reclamo legítimo sobre el territorio.
También puede leer:
Mercosur advierte a Venezuela sobre el Esequibo en conflicto con Guyana
Posteriormente, Maduro ordenó a los funcionarios estatales que comenzaran a otorgar licencias de petróleo y minerales allí y propuso una ley para desalojar en 90 días a las empresas que trabajaban allí bajo concesiones de Guyana.
Nada de esto ha sido una buena noticia para Exxon. Guyana, donde encontró petróleo por primera vez en 2015, es una piedra angular de la estrategia a largo plazo de la compañía.
«Cuento de hadas»
El vicepresidente senior de ExxonMobil Neil Chapman, calificó una vez a Guyana como un descubrimiento de “cuento de hadas” porque surgió justo cuando los precios del crudo estaban cayendo y la empresa necesitaba una fuente de crecimiento.
La empresa petrolera ha encontrado alrededor de 11.000 mil millones de barriles de crudo que en unos pocos años Guyana podría producir más crudo por ciudadano que cualquier nación.
El director ejecutivo de la compañía Darren Woods, afirmó que la empresa se está centrando en producir petróleo de la forma más eficiente posible para ayudar al Gobierno de Guyana.
Venezuela y Guyana, una excolonia británica, han estado en disputa por la región boscosa y subdesarrollada del Esequibo desde finales del siglo XIX, cuando un panel de arbitraje internacional otorgó el territorio a Gran Bretaña. Venezuela dice que la decisión no fue válida y periódicamente amenaza con confiscar la tierra.