El Petro, la dolarización y otros temas monetarios
Daniel Lahoud.- A finales del 2019 el gobierno realizó un nuevo intento por masificar el uso de su Petro, y algunas personas perdieron dinero tratando de convertirlo en bolívares, otras perdieron porque en los lugares donde los pudieron utilizar, se los aceptaron con un descuento frente al bolívar y perdieron además, algunos comerciantes que confiaron en que estos podían canjearse por bolívares con relativa facilidad.
Hasta ahora es una farsa. No es criptomoneda, parece que tampoco es criptoactivo y tampoco es moneda. Pero eso no impide que el gobierno intente convertirla en moneda por decreto, y aquí tenemos que decir algo. Toda moneda tiene una historia, no puede ser inventada por el gobierno. Los historicistas y sus discípulos están equivocados cuando creen que el gobierno tiene la potestad de imponer una moneda. En varios artículos anteriores lo hemos dicho de pasada. Cuando se creó el bolívar, se buscó fundamentos en el dólar norteamericano y el dólar norteamericano lo buscó en el peso fuerte español. A su vez, el peso fuerte español en su momento fue una pieza de plata que se reconocía como mercancía y moneda. No es el Rey de su momento el que hizo su voluntad, sino que el rey se acomodó a los usos y costumbres de su tiempo. El gobierno se encontrará con su realidad y no tendrá otra alternativa que aceptarla.
Esta misma teoría se aplica a la dolarización de la economía. Cada vez más personas aceptan y utilizan el dólar en sus transacciones diarias y de ahí surgen las preguntas. ¿De dónde salen los dólares que se transan? ¿Verdad que esto es una dolarización informal? Bueno vamos a tratar de responder estos datos.
Venezuela siempre fue una economía de efectivo (cash economy) y eso se nota en que las personas cuando cobraban en cheque lo convertían inmediatamente en efectivo. Las personas evitaban depositar su dinero en los bancos y cuando cobraban sus sueldos y las pensiones los jubilados las cobraban directo por la taquilla de los bancos. Eso hace que a las personas no les guste el uso de medios de pago bancarios. Sin embargo, todos han tenido que aprender en medio de las crisis de efectivo que hemos sufrido.
Eso ha provocado que cada vez más personas aprendan a refugiarse cambiando sus bolívares por dólares y mantenerse en efectivo (en dólares) porque eso les brinda una seguridad que no sienten en bolívares, y por supuesto, tampoco sienten en petros. También esta dolarización ha provocado un aumento de la velocidad de circulación de los dólares y esta tiene como consecuencia un incremento de los precios en dólares que no es nunca inflación, es especulación pura, porque para que sea inflación en dólares debe haber emisión en dólares, cosa que es imposible en Venezuela.
Venezuela está dolarizada, no se requiere que se oficialice por la emisión de ningún decreto, si se pudiera obligar la circulación de algo por decreto, hace rato que el Petro sería usado como medio de pago. No importa tampoco si a usted le pagan el sueldo en bolívares, usted sabe cuanto es eso en dólares e intenta protegerlo por todos los medios, dolarizándolo por supuesto. Cada día se usa más y cada día se utilizará más, por tanto hay que estar atentos.
Como al gobierno le interesa mantener el status quo, coexistirán tres medios de pago simultáneos, los bolívares que tienen poca demanda monetaria y mucha oferta, por lo que mantendrán el escenario que denominan hiperinflación, el petro que tiene menos demanda monetaria que el bolívar y una oferta también ilimitada, porque el gobierno puede inventar todos los “bonos” y otras cosas en petros, y el dólar que todos quieren y entienden como el verdadero refugio monetario. Por esa razón el alza descontrolada de precios persistirá y se mantendrán tres sistemas de precios simultáneos, todas las cosas tendrán múltiples precios y todas al mismo tiempo. Ese desorden es lo que llaman hiperinflación, eso no cederá.
Cómo se soluciona esto. Bueno hay varias soluciones y en este momento no se está ejecutando ninguna. El gobierno podría aceptar la dolarización y todo se resuelve de manera casi inmediata, dependiendo del tipo de cambio que apliquen a esa dolarización, si es muy alto, beneficia al gobierno y perjudica de manera terrible a la economía en general. Si el tipo de cambio es más bajo, pasa lo contrario.
Otra solución puede ser tratar de establecer una nueva moneda, esa solución es tan parecida al petro que no le va a gustar a nadie y el sistema intentará acomodarse a la nueva realidad, y eso ocurrirá de una manera lenta y traumática.
Por último, queda la posibilidad de no hacer nada, tratar de que todo permanezca como está. En ese ambiente sigue la inestabilidad, los sistemas múltiples de precio, así como el deterioro de los ingresos, el malestar de la sociedad y por supuesto, el sentimiento de frustración generalizado que causa este desorden que denominan hiperinflación.
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Doctor en Historia, Magister en Ciencias Económicas, Magister en Historia de Venezuela, Especialista en Economía Empresarial, Economista. Profesor de pregrado y postgrado en la UCV, Profesor Titular de pregrado y postgrado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales la UCAB Director del Programa de Postgrado en Instituciones Financieras y Coordinador del Programa de Estudios Avanzados en Gerencia Financiera, UCAB. Asesor Financiero y Empresarial. Ha trabajado en InvestAnalisis, S.A., Citibank Mercado de Capitales (Citimerca), Bolsa de Valores de Caracas y Banco Central de Venezuela. Editor del Blog http://temasdefinanzas.blogspot.com