La Reserva Federal de Estados Unidos presentó este miércoles una propuesta para flexibilizar los requisitos de capital que deben mantener los grandes bancos globales frente a activos considerados de bajo riesgo, como los bonos del Tesoro. La medida busca incentivar una mayor participación de estas entidades en los mercados de deuda pública y mejorar la liquidez del sistema financiero.
La iniciativa plantea reformar el llamado coeficiente de apalancamiento suplementario mejorado (ESLR, por sus siglas en inglés), de modo que el capital exigido a cada banco esté vinculado directamente a su importancia sistémica dentro del sistema financiero global.
En otras palabras, cuanto mayor sea el peso de la entidad, mayor será su exigencia de capital, pero con un enfoque más proporcional y flexible.
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El Consejo de la Fed tiene previsto debatir y votar la propuesta en el transcurso de la jornada. De ser aprobada, marcaría un giro en la arquitectura regulatoria posterior a la crisis financiera de 2008, al suavizar uno de los pilares diseñados para limitar el apalancamiento excesivo en la banca de gran escala.
La propuesta llega en un momento en que los reguladores buscan equilibrar la estabilidad financiera con la necesidad de evitar rigideces que puedan obstaculizar el funcionamiento eficiente de los mercados. En particular, la Fed ha expresado su interés en fortalecer la resiliencia del mercado de bonos del Tesoro, considerado un activo clave para la política monetaria y la gestión de liquidez global.