Daniel Cadenas.- Acaba de ocurrir un amplio relajamiento de las sanciones que pesaban sobre la economía venezolana. Sin duda que esto representa un choque positivo para una economía que mucho lo estaba necesitando, pues corría el peligro de caer en un circulo vicioso inercial recesivo, considerando que muy probablemente 2023 cierre en negativo. ¿Qué podemos esperar luego de la activación de este escenario? Los expertos en el tema petrolero han estimado que bajo este relajamiento de sanciones es factible prever un incremento en la producción de petróleo de hasta 200.000 barriles por día, durante los próximos 6 meses. Pasado este lapso, reina la incertidumbre al no poder tener certeza de que el alivio se prolongue o incluso de que el relajamiento sea aún mayor. Bajo este supuesto, en Oikos hemos estimado los siguientes impactos.
Actividad económica: El peso o aporte directo de la actividad petrolera sobre el PIB total es de un 12% y el indirecto es de un 2% adicional dada la baja conexión entre la economía petrolera y la no petrolera. La economía petrolera funciona como una especie de enclave dentro del sistema económico venezolano pues sus demandas de capital físico (equipamiento) y capital financiero, las satisface en la economía externa. Esto quiere decir que, salvo las empresas prestadoras de servicios a la industria petrolera, el encadenamiento aguas arriba y aguas abajo con la economía no petrolera es débil. Aun así, un incremento de la extracción de 200.000 barriles puede por si solo hacer que la economía crezca 1,4%, aun si el resto de las actividades no crecen. Suponiendo un modesto crecimiento de 2% sobre las actividades de la economía no petrolera, la actividad económica total se incrementaría en 3,3% nuestro escenario base o más probable, es de un crecimiento de 6% para 2024.
Ingresos fiscales: El incremento previsto en la producción de petróleo, le permitirá al gobierno disponer de ingresos fiscales. vía los distintos tributos sobre la producción y la renta petrolera, de aproximadamente $1.836.000.000. Pareciera mucho y sin duda es una cifra significativa, pero, pero para poner las cosas en perspectiva, si suponemos que el gobierno decide distribuir todos esos ingresos fiscales extraordinarios entre los 7.000.000 de dependientes de la administración pública, le tocaría a cada uno, aproximadamente $22 mensual
Inflación: El fin de la recesión es una buena noticia, pero plantea otras amenazas. La recuperación de la demanda implica nuevas presiones sobre el tipo de cambio y la inflación, pues se recuperaría la demanda de dólares con fines transaccionales Y de importación. Un 2024 con inflación en bolívares, alta y de tres dígitos, no es descartable. Nuestro caso base es una tasa de inflación en bolívares de 250% y una inflación de precios en dólares en el Rango 20%-30%.
Sectores con mayor crecimiento: Se prevé que los siguientes sectores, se vean altamente beneficiados por esta flexibilización: construcción, banca y seguros, servicios inmobiliarios y de alquiler, manufactura y comercios y servicios. También se espera que un mejor flujo de caja para el gobierno implique un crecimiento en la actividad de producción de servicios del gobierno, pero, el hecho que el 2024 sea un año electoral podría incentivar a que el gobierno priorice el gasto en bonos y otras remuneraciones similares, para participar en las elecciones de forma más ¨competitiva¨.
A modo de conclusión: La flexibilización de sanciones sin duda representa un significativo estimulo positivo para una alicaída economía. Sin embargo, recomendamos ser prudentes pues ese estimulo no beneficiará a todos los sectores y aun aquellos que si los beneficia no lo hará en la misma magnitud.