Los grandes bancos estadounidenses se están viendo inundados de solicitudes de clientes que intentan transferir fondos de entidades más pequeñas, ya que la quiebra del Silicon Valley Bank provoca lo que los ejecutivos dicen que es el mayor movimiento de depósitos en Estados Unidos, en más de una década.
JPMorgan Chase, Citigroup y otras grandes instituciones financieras están tratando de acomodar a los clientes que quieren mover depósitos rápidamente, por lo que se han visto obligado a tomar medidas adicionales para acelerar el proceso normal de registro, indica un reportaje del Financial Times
El paquete de medidas de emergencia presentado por el Gobierno estadounidense, que incluye una nueva línea de crédito de la Reserva Federal para los bancos, parece haber superado -por ahora- su primera gran prueba al evitar la quiebra de un tercer banco, tras la implosión de SVB y Signature Bank.
Sin embargo, los depositantes siguen tratando de trasladar sus saldos a bancos más grandes, como JPMorgan, Citi y Bank of America, así como a fondos del mercado monetario. Ese es especialmente el caso cuando los depósitos superan el umbral de 250.000 dólares que está garantizado por el seguro federal.
Las transferencias de depósitos de SVB y otros bancos regionales a las grandes instituciones cobró impulso la semana pasada y ha continuado en los últimos días.
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JPMorgan ha acortado el tiempo de espera para abrir una cuenta y está acelerando la velocidad a la que los nuevos clientes corporativos pueden acceder a los fondos para asegurarse de que pueden pagar al personal.
Varios bancos han reasignado empleados a puestos relacionados con la apertura de cuentas, dijeron fuentes financieras citadas por el Financial Times.
La filial del Citi, que atiende a clientes naturales adinerados, está intentando abrir cuentas en el plazo de un día posterior a la solicitud, frente a la espera habitual de una a dos semanas. Esta entidad también ha empezado a abrir cuentas y a iniciar procedimientos de transferencia de dinero, mientras los nuevos clientes siguen siendo sometido a comprobaciones de conformidad.
Los ejecutivos afirman que están actuando con cautela porque no quieren que se les acuse de aprovecharse de la situación. JPMorgan ha dicho a los banqueros que no deben intentar activamente captar clientes de rivales más pequeños, según fuentes informadas de las conversaciones.
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Las acciones de varios bancos regionales estadounidenses, entre ellos el First Republic, con sede en San Francisco, y el Western Alliance Bank, de Phoenix (Arizona), cerraron con fuertes caídas el lunes, a pesar de la promesa del presidente de EE.UU., Joe Biden, de que su administración haría «todo lo necesario» para proteger a los depositantes.
Las cotizaciones bursátiles de muchos de estos bancos se recuperaron parcialmente en las operaciones posteriores al cierre.
Los grandes gestores de activos también informaron de una afluencia de efectivo procedente de los bancos tras unos días angustiosos para los depositantes bancarios, indica la nota del Financial Times.
«En todo el sector, los flujos han ido de los bancos a los fondos del mercado monetario», dijo una fuente conocedora de las operaciones de un gran gestor de activos estadounidense. Los fondos del mercado monetario están sometidos a una supervisión más estricta que en el periodo previo a la crisis financiera de 2008, cuando algunos requirieron la intervención del Gobierno.
Para algunos depositantes, la quiebra de SVB puso de relieve el riesgo de tener todo su efectivo en un único banco. Antes de que los reguladores intervinieran con la promesa de garantizar todos los depósitos el domingo, muchos de los clientes corporativos de SVB en el sector de la tecnología y las ciencias de la vida temían no poder pagar a su personal o a sus proveedores.
Fuente: Financial Times