Hayek vs. Keynes

Raúl TorricoRaúl Torrico.- En el año 2017, se publicó la obra de Thomas Hoerber que lleva el título indicado más arriba y cuyo subtítulo es “una batalla de ideas” porque el mismo más que asuntos económicos específicos se refiere a la historia del pensamiento económico.

El telón de fondo de los trabajos desarrollados por Friedrich von Hayek y John Maynard Keynes fue la tragedia que significó la Gran Depresión de 1929 y la posterior Segunda Guerra Mundial. Hayek argumentaba que al lograr beneficios con la actividad económica libre se ayudaba a sustentar la sociedad porque se creaba riqueza que luego se esparciría entre emprendedores y trabajadores. Por su parte, Keynes mostraría los errores de la lógica del mercado que él llamó teoría clásica. Para él, la Gran Depresión demostró que la búsqueda de beneficios y la resultante de la ecuación demanda y oferta no servía a la sociedad; esto lo indujo a colocar en el centro de su teoría el concepto de empleo argumentando que era necesario evitar el desempleo masivo a causa del mal funcionamiento de la lógica del mercado.

En contraste, Hayek observaba que la planificación de la economía – que tanto defendía Keynes – significaría el final de la libertad en todas sus formas. Hayek desarrolló el liberalismo económico el cual ha devenido en la ideología neoliberal de hoy en día; sin embargo, Hayek fue más moderado que Adam Smith o J. S. Mill y aceptó poner límites a la libertad cuando esta contradecía el interés común; incluso Hayek pensaba que las instituciones internacionales podían ayudar a frenar el capitalismo depredador.

Keynes también defendía las libertades fundamentales pero sostenía que la planificación moderada era necesaria para cuidar la libertad política .

Igualmente, pensaba que el bienestar de los ciudadanos era el objetivo deseado empero afirmaba que sólo el pleno empleo podía garantizarlo.

Keynes desafió a la teoría clásica liberal en 1936 con su obra “Teoría General del Empleo, Interés y Dinero” en tanto que Hayek con su libro ”Camino a la Servidumbre” defendió los valores clásicos liberales señalando que era la manera de garantizar una buena sociedad.

Hayek piensa que la lógica del mercado – similar a la mano invisible de A. Smith – está por encima de la comprensión humana por ser muy compleja debido a que ningún actor económico puede conocer todos los detalles que pueden influenciar la elección más racional ; destacaba también que la intervención del Estado solo pervertía el genuino deseo de los individuos de generar ganancias y remarcaba que la intervención del Estado una vez que comienza ya no puede parar porque se va a necesitar más y más antídoto para remediar la originalmente equivocada intervención estatal. Entonces, más y más intervención del Estado va a significar menos y menos libertad lo que al final nos lleva al estado-protector y luego a la dictadura donde todas las libertades personales postuladas por el liberalismo se pierden.

Hayek diseño una ecuación que vincula los aspectos económico y político del liberalismo: más planificación económica = menos libertad ; más libertad = más progreso positivo que impulsa el liberalismo.

Tanto Hayek como Keynes vivieron y vieron de cerca régimes autoritarios y constataron la mala administración de la economía, sin embargo propusieron remedios totalmente opuestos.

Keynes propuso la intervención del Estado en la economía a través de política monetaria y manejo de tasas de interés de manera de alcanzar un apropiado ambiente que conduzca al pleno empleo. En tanto que Hayek sostenía que la libertad económica del liberalismo era una precondición para asegurar libertades políticas a las democracias.

Fue un tanto desafortunado para Hayek que cuando escribía la citada obra“ Camino a la Servidumbre” tanto Gran Bretaña como Estados Unidos estaban en guerra con economías altamente planificadas.

El Keynesianismo se convirtió en la doctrina económica dominante hasta los años 70 y solo con la crisis petrolera del 1973 que marcó el fin de la época dorada de los países occidentales, fue posible que las ideas de mercado liberal se hicieran populares otra vez y eso es lo que hoy conocemos como neoliberalismo.

En su “ Teoría General “Keynes destaca que la oferta de bienes y servicios, la propensión al consumo y al volumen de inversión determinan el volumen de empleo. Esto es la esencia de su teoría general del empleo.

El otro elemento clave en su teoría es fijar la tasa de interés relativamente baja para estimular la inversión. Por tanto, el control de los tipos de interés por parte del Estado tiene un papel decisivo en la economía keynesiana dado que puede ser manejada para alcanzar el pleno empleo.

Mientras Keynes urge una masiva y anticíclica inversión del Estado para evitar los males de la economía de mercado como en la Gran Depresión, Hayek aboga por un liberalismo de dejar-hacer para preservar la libertad en su mejor significado.

Keynes claramente comparte la visión socialista cuando se argumenta que el lado correcto de la ecuación económica es el de la demanda; esta es la que debe prevalecer en la política económica.

Keynes también expone que el liberalismo llevó a la gran depresión pues sirvió a los intereses de las fuerzas sociales mientras Hayek -temeroso de perder la libertad- contribuía a que la depresión continuara.

Keynes no se vio libre de ataques de los círculos conservadores y liberales por la lógica consecuencia de que su Teoría General se acercaba a las agendas políticas de la izquierda. Estaba convencido que el marco económico en que una economía libre debía desenvolverse tendría que ser previamente planificada. Para él, estaba muy claro que la política del laissez-faire había llevado al desastre de la Gran Depresión.

Keynes señala la necesidad de planificar atacando los fundamentos de la economía libre de mercado o teoría clásica, como él la llamaba. Esos fundamentos tiene que ver con : el salario real, que no exista el desempleo involuntario y que la oferta crea su propia demanda.

El mérito de la economía keynesiana radica en su aspiración moral : el bienestar del ser humano y ahí se aproxima a la creencia socialista que dice la economía debe servir al hombre y no el hombre a la economía.

Por cierto, vale indicar que la separación entre marco económico interno y externo no fue fácil y eso explica el fracaso del keynesianismo a finales de los 70 pues el mercado interno anticipaba las acciones de los que tomaban decisiones y esto llevó a distorsiones del mercado en lugar de estimular el mercado ocasionándose ineficiencias que fueron expuestas luego de la crisis del shock petrolero de 1973 ; en efecto, se consideró que parte de la crisis de los 70 se debía a la planificación de la economía.

En tanto que para Hayek, la planificación de la economía era uno de los postulados esenciales del socialismo el cual llevaba inevitablemente al autoritarismo y luego al totalitarismo para finalmente concluir con la destrucción de la civilización.

Hayek que contradecía la planificación de la economía, se convirtió en el líder de la oposición y destacó que planificar para lograr más equidad no era un objetivo alcanzable.

Pero fue todavía más lejos remarcando que planificar traía consigo lo peor de los hombres. Fue más allá del típico argumento clásico de la mano invisible donde se encuentra escondida la lógica de la ganancia que se convierte en el mejor resultado para la sociedad. Hayek afirmó que la mejor política es aquella que rinde el mayor bien para el mayor número de personas; igualmente, sentenció que la planificación de la economía a mediano y largo plazo lleva inexorablemente a la corrupción y abuso de poder.

Según Hayek, la planificación de la economía conduce casi inevitablemente al totalitarismo ya sea fascismo o comunismo. Sin embargo, hay una marcada debilidad en la tesis totalitaria que Hayek sostiene dado que para él socialismo y comunismo van en la misma dirección o uno continua al otro, cuando hoy sabemos que hay grandes diferencias entre los dos. Justamente ese el problema de sobre simplificar situaciones complejas. Como ejemplo, citemos que después de la segunda guerra la social democracia en Alemania abandonó paradigmas típicos del marxismo como las nacionalizaciones y el control directo de la economía.

Podemos afirmar que donde el liberalismo se cae desde el punto de vista keynesiano, es en comprender el tema del desempleo o más bien en ver el trabajo como otro commodity o mercancía y que, por tanto, puede ser manejada como cualquier mercancía subiendo o bajando de acuerdo a la demanda.

Luego de la Gran Depresión, para Keynes el desempleo era la más importante amenaza a las democracias liberales de ahí que el pleno empleo debía ser el primer objetivo para preservar políticamente las libertades en las democracias occidentales. Por ello, mantuvo el argumento que el desempleo era la consecuencia del mal funcionamiento de la economía de mercado liberal. No obstante, ambos hombres sostuvieron que había que preservar los méritos de la economía de mercado liberal destacando entre ellos el sostenimiento de la libertad.

Keynes asegura que la tasa de interés es una de las mejores herramientas para lograr el pleno empleo. Como dijimos anteriormente,en su obra la Teoría General se refiere a la tasa de interés relativamente baja para impulsar la inversión y respecto a las tasas más altas dice así: “un alza en las tasas de interés tendrá el efecto de reducir el dinero ahorrado y disminuirá la inversión …lo que conllevará a disminuir el ingreso ……cuando la tasa de interés sube, el consumo disminuye y lo mismo sucede con el ahorro.”. En este punto, Keynes afirma que la teoría económica clásica se equivoca al utilizar la tasa de interés para estimular el ahorro.

Sin embargo, hay un problema fundamental y difícil de resolver para la economía keynesiana y es que los hombres de negocios y especuladores pueden anticipar el mercado porque la intervención del Estado -impulsada por el keynesianismo- en sí misma causa distorsión dado que al aparecer o intervenir el gobierno se alteran todos los principios del mercado. Como ejemplo, citemos en los años 90 el caso del célebre especulador Georges Soros y su ataque a la libra esterlina en el que pudo claramente anticipar el papel del Banco de Inglaterra

En esta misma dirección vale señalar que la cultura “ hacerse rico rápido” ha producido una desconexión muy amplia entre lo que es la economía real y la especulativa (bolsa de valores). La búsqueda de más y más riqueza tal vez tolerable en el siglo XVIII, es menos aceptable hoy en día pues fue una de las razones fundamentales que causaron la depresión del año 1929. Hoy una crisis de ese tamaño podría llevar al traste toda la economía real del mundo entero.

Concluyendo, señalemos que para Hayek la ambición individual es la fuerza motora que sustenta la economía libre de mercado y esta fuerza es para el bien de todos. En cambio, indica que la dirección y guía que da el keynesianismo suprime la ambición y destruye el individualismo.

Por su parte, Keynes halló su espacio y su teoría económica fue puesta en marcha con el New Deal del presidente Roosevelt y así se transformó en una teoría social.

 



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